El borratxo, el fanal i els fets.
Los empleamos, como decía Housman, como un borracho usa una farola: para buscar apoyo y no iluminación. Si no ayudan al argumento, siempre se puede hablar de percepciones o metafísica. La anécdota se debe colocar en un contexto que ayude a evaluar lo que significa, salvo cuando no conviene.
Daniel Gascón, ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sesgo?, El País 22/1272018
https://elpais.com/elpais/2018/12/21/opinion/1545406861_212509.html?id_externo_rsoc=FB_CC&fbclid=IwAR2H6cMFnBD-Mh-Jmr7qv6bfu_c8S90edW5qUlG_pIvIjRTzzPjKgNJHRTQ
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