Negacionisme científic.






¿Por qué se rechaza, pues, la ciencia climática? Es aquí donde nos encontramos con las peculiaridades de un debate marcado por el tribalismo moral. Aunque no sólo aquí: si muchos conservadores rechazan el cambio climático, no son pocos los progresistas que se oponen a los alimentos transgénicos pese a la evidencia científica que descarta todo riesgo para la salud. ¡La risa va por barrios! La ideologización de la ciencia climática presenta, en primer lugar, un aspecto puramente afectivo: el negacionista pertenece primero a una tribu moral y empieza por sumarse emocionalmente a ese rechazo, para después buscar razones que permitan justificarlo. Nótese que lo mismo podría decirse de aquellos progresistas que abrazaron con fervor la hipótesis climática antes de que se encontrase establecida. En este caso, sencillamente, la ciencia está de su parte.

Sucede que esa misma ciencia es percibida por buena parte de la ciudadanía como una ciencia politizada por efecto de un ecologismo que lleva alertando sobre el fin de los tiempos desde hace medio siglo. Bien es cierto que todos los actores sociales exageran cuando operan en la esfera pública con objeto de llamar la atención sobre su causa; sin hipérbole, arma de doble filo, no hay protagonismo. Tampoco hay que olvidar que parte de la estrategia resignificadora del ecologismo político ha comportado, desde los años sesenta hasta ahora, la crítica de la ciencia: bien por ser instrumento esencial para el control del medio natural, bien por carecer de credenciales democráticas suficientes. En esta operación de cuestionamiento, un aliado natural han sido los estudios sobre ciencia y tecnología que han demostrado que los laboratorios no están separados de su sociedad, sino influidos por ella. Al cuestionarse la pretensión de objetividad de la ciencia, se ha debilitado su posición. Dicho de otra manera, si las ciencias nos proporcionan «representaciones» de la realidad, ¿no será el cambio climático una construcción social?

Manuel Arias Maldonado, Paris, je te hais, Revista de Libros 07/06/2017

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