Fills de les estrelles.
¿Conocéis el principio de vuestra historia?
Durante nueve meses estuvistéis en el vientre de vuestra madre. Pero antes,
mucho antes, pasásteis millones de años en el vientre de una estrella.
Cada uno de los átomos de carbono que componen el cuerpo de la
persona a la que amáis, y el vuestro, se formó en el corazón de una
estrella.
Somos, científicamente, hijos de las estrellas.
Después del Big Bang, sólo había átomos de hidrógeno. Esos átomos formaron la
primera generación de estrellas, que brillaron durante cientos de millones de
años. En su interior se formaron los elementos químicos que sostienen la vida:
carbono, oxígeno, nitrógeno. Las estrellas de la primera generación explotaron,
esparciendo el polvo cósmico que formaría sistemas solares como el nuestro.
Las tres nubes de gas cósmico que podéis observar en la foto son el embrión
de nuevas estrellas. Los astrónomos bautizaron a esa región de la Nebulosa del
Águila como “Los Pilares de la Creación”.
¿Puedo proponeros algo? La próxima vez que salgáis a pasear, y veáis una
estrella en el cielo, parad unos segundos a contemplarla. Quizás, en su
interior, se estén formando átomos que un día cobrarán vida. Quizás, dentro de
cientos de millones de años, otro ser contemple las estrellas y piense que
alguien en el pasado, mientras observaba el cielo, le vió nacer.
Os dejo en la compañía de Neil deGrasse Tyson, astrofísico y director del
Planetario de Nueva York:
Cuando miro al cielo por la noche, me estremezco al pensar que somos parte de este Universo, que estamos en el Universo, y quizás más importante aún: que el Universo está en nosotros.
Muchos, al mirar las estrellas, se sienten diminutos porque el Universo es inmenso. Yo me siento enorme porque todos los átomos que me forman vinieron de esas estrellas.
Alberto Sicilia, Somos, científicamente, hijos de las estrellas, Principia marsupia, 30/10/2012Esta conexión es quizás la necesidad más primitiva del alma humana. Necesitamos sentirnos relevantes, necesitamos sentirnos partícipes de lo que ocurre a nuestro alrededor. Estamos conectados con el Universo. Por el simple hecho de estar vivos.
Comentaris