La raó esclava de les passions.
La concepción de Hume de la acción moral es que todos los humanos se mueven por un "sentido moral" o "simpatía", que, en esencia, es una capacidad de compartir los sentimientos de felicidad o miseria con otros; y, en su opinión, este sentimiento, más que la razón, es lo que en última instancia proporciona el motivo para nuestras acciones morales. La razón es esencial para comprender las consecuencias de nuestras acciones y para planear racionalmente cómo conseguir nuestros objetivos, pero, en sí misma, es inerte e incapaz de proporcionar algún ímpetu a la acción: tal y como dice la famosa frase de Hume: "la razón es, y solo debería ser, la esclava de las pasiones". El papel preciso de la razón para alcanzar juicios éticos ha seguido ocupando un lugar central y disputado en la ética.
Ben Dupré, 50 cosas que hay que saber sobre Ética, Ariel. Editorial Planeta, Barcelona 2014
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