El jovent.



El colmo de las paradojas es sospechar que, bajo esta adulación constante de la sociedad hacia la juventud, se esconde el maltrato de los mimos. Es posible que los jóvenes jamás hayan sido más esclavos. Nadie os deja en paz. Nunca habéis estado más presionados, más vigilados e invadidos. La sobreprotección y las mil facilidades que se os sirven a diario, aparentemente gratis, es un regalo envenenado para desarmaros y convertiros en dóciles camareros del "Todo a 100" que viene, ese gigantesco low cost que os convertirá en baratos empleados sonrientes.

Ignacio Castro Rey, Tres cartas sobre la mutación juvenil de una sociedad senil, fronterad 23/11/2017

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