Les creences morals es viuen com a objectives i universals.
(La convicción moral) Es una intuición un sentimiento, un feeling, que forma parte del diseño de nuestra mente moral. Si no tuviéramos esa intuición o esa emoción interior de que las normas morales son objetivas entonces la moral no serviría de nada y no cumpliría su función de mantener la colaboración y cooperación en los grupos sociales y, en el fondo, mantener la propia existencia de los grupos sociales humanos que sin moralidad habrían colapsado. Si yo siento que una norma moral no es objetiva no me voy a sentir obligado a cumplirla. Si matar es como llevar calcetines a cuadros o de rombos y es un acuerdo o una preferencia pues la moral no tendría el poder de obligación y de compromiso que tiene. Y gracias a eso funciona la moral. Así que creo que la objetividad de la moral es en esencia una intuición o emoción que forma parte del propio diseño de la moral. Luego los filósofos lo intentan justificar con la razón y buscan justificaciones y explicaciones racionales pero no hay que perder de vista que eso puede ser un maquillaje externo a posteriori.
El realista moral es muy lógico y sensato cuando sostiene que sus creencias morales son objetivas porque ha sido diseñado para tener esas creencias. Son cosas que nos dice el sentido común. Pero muchas veces las verdades científicas son contraintuitivas y desafían el sentido común. Si a mí me preguntaran basándome en mi experiencia subjetiva sobre la Tierra yo diría que es plana pero sabemos que no lo es. Como digo en esa entrada, una persona enamorada suele pensar que el objeto de su amor es la persona ideal para él y que no hay otra persona en el mundo como ella. Puede ser verdad pero también puede no serlo. Dicho con la terminología que se usa en investigación científica, hay un “conflicto de intereses” porque el enamoramiento es una adaptación que incluye tener esos sentimientos y pensamientos hacia la persona amada. Si un filósofo dice que la vida merece la pena, es pro-natalista y considera que tener hijos es un bien, tiene un conflicto de intereses porque los seres vivos han sido diseñados para reproducirse y dejar copias de sus genes y un filósofo es un ser vivo. Así que la idea de si la vida tiene sentido o merece la pena ser vivida hay que examinarla de manera muy rigurosa, independientemente de intuiciones. Lo mismo con el realismo moral.
Esa intuición de objetividad no tiene por qué ser un reflejo de una verdad externa, sino una herramienta psicológica que evolucionó porque funciona. Si no sintiéramos que "robar está mal" y es algo universal, no nos molestaríamos en castigarlo ni en sentirnos mal por hacerlo. La moral necesita esa ilusión de objetividad para mantener la cooperación y la supervivencia de los grupos. Sin ella, los grupos humanos se desintegrarían en un caos de intereses individuales. Así que al afirmar la objetividad de la moral tenemos que estar seguros de que no nos afecta esta ilusión de objetividad encarnada en nuestro diseño.
Pablo Malo, Una crítica de la moral objetiva, Pablo's Substack 18/04/2025
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