Bergson, la seva concepció del temps en el món digital.







Existimos en una era de inmediatez. Un clic nos conecta con información, personas y experiencias a través de vastas distancias, colapsando el espacio y el tiempo. Esta conectividad instantánea, aunque liberadora, altera fundamentalmente nuestra experiencia de la temporalidad.

La filosofía de Henri Bergson ofrece una perspectiva perspicaz. Bergson distinguió entre temps (tiempo del reloj), un concepto espacializado, medible y divisible, y durée (duración), el flujo vivido, cualitativo e indivisible de la experiencia consciente.

Bergson argumentó que entendemos el tiempo a través de metáforas espaciales: relojes y calendarios. Lo segmentamos, lo analizamos y lo medimos. Lo tratamos como un objeto estático, no como un flujo dinámico. Este es el tiempo objetivado.

La era digital intensifica esta espacialización. Estamos bombardeados con paquetes discretos de información: notificaciones, actualizaciones, mensajes, alertas. Esto fragmenta la atención.

Estas interrupciones fragmentan la experiencia, sacándonos de la durée. Hacemos múltiples tareas, saltamos entre flujos de datos y priorizamos la velocidad sobre la profundidad. Esto nos cambia.

Leer un libro físico ofrece un compromiso sostenido e inmersivo, permitiendo una experiencia más profunda de duración. Leer en línea a menudo implica hojear, hacer clic en hipervínculos y distracciones, lo que lleva a un compromiso fragmentado.

El concepto de memoria de Bergson es crucial. Distinguió entre mémoire pure (memoria pura), el registro completo de nuestro pasado, y mémoire habitude (memoria de hábito), respuestas motoras aprendidas.

La memoria pura no es simplemente almacenamiento. Es una fuerza dinámica y en evolución que interactúa con nuestro presente, moldeando la percepción y la comprensión. Nuestra experiencia no es estática. La era digital, con vastos archivos de datos y memoria externalizada (almacenamiento en la nube, archivos digitales), plantea preguntas sobre la tecnología y la memoria. ¿Estamos externalizando la memoria?

Nos encontramos en una encrucijada temporal. El mundo analógico, con ritmos ligados a la naturaleza, el pasar de las páginas, el desarrollo de la conversación, está superpuesto por una realidad digital de instantaneidad. Esto no es meramente tecnológico; es cronológico, impactando la experiencia vivida. Debemos diagnosticar: ¿cómo ha alterado el diluvio digital nuestra relación con el tiempo, particularmente la durée de Bergson? ¿Somos extraños a nuestras vidas interiores?

El ámbito digital fomenta la  mémoire habitude, la memoria de hábitos. Desarrollamos memoria muscular para interfaces, notificaciones, escaneo rápido. Esto es eficiente, pero eclipsa la mémoire pure, el rico tapiz de nuestro pasado. Nicholas Carr argumenta: "Cuando externalizamos nuestra memoria a una máquina, perdemos la profundidad de nuestra propia memoria..." (Carr, The Shallows, 2010). Internalizar el conocimiento, esencial para Bergson, es desalentador.

El "infosfera" de Luciano Floridi ilumina esto. Floridi argumenta que enfrentamos "hiperhistoria", un abrumador bombardeo de información. (Floridi, La Cuarta Revolución, 2014). Esto causa desorientación temporal, una sensación de estar desanclado y una capacidad disminuida para la novedad. La creación continua de la duración se pierde.

La cuantificación digital refuerza la espacialización. Los "me gusta" y los conteos de vistas transforman experiencias cualitativas en métricas. Esto fomenta una relación competitiva con el tiempo, antitética a la durée como flujo subjetivo. El flujo no puede ser medido por métricas.

La distinción de Bergson entre la memoria habitual (automática) y la memoria pura (registro completo del pasado) ilumina el impacto de las herramientas digitales. Estas mejoran la memoria habitual, pero pueden debilitar la memoria pura, lo que requiere atención profunda, reflexión e integración. La externalización de la memoria crea dependencia, disminuyendo la recollection interna y la riqueza de la vida interior. Bergson no exige el rechazo de la tecnología, sino un compromiso consciente, reconociendo su potencial para mejorar y disminuir la durée. El desafío es el equilibrio, utilizando herramientas para complementar, no suplantar, la experiencia de la plenitud del tiempo.

Philosopheasy, Beyond Duration: Bergson's Forgotten Knowledge in the Digital Age, philosopheasy.com 29/03/2025 

Comentaris

Entrades populars d'aquest blog

Percepció i selecció natural 2.

Gonçal, un cafè sisplau

Què faria Martha Nussbaum davant una plaga de porcs senglars?