Esperit científic contra esperit teològic (Miguel de Unamuno)

Lo propio y característico de la abogacía es poner la lógica al servicio de una tesis que hay que defender, mientras el método, rigurosamente científico, parte de los hechos, de los datos que la realidad nos ofrece para llegar o no llegar a conclusiones. (...) La abogacía supone siempre una petición de principio, y sus argumentos son ad probandum . Y la teología supuestamente racional no es sino abogacía. Para el teólogo, como para el abogado, el dogma, la ley, es algo dado, un punto de partida que no se discute sino en cuanto a su aplicación y en su más recto sentido. Y de aquí, que el espíritu teológico o abogadesco sea en su principio dogmático, mientras que el espíritu estrictamente científico, puramente racional, es escéptico, esto es, investigativo (...) la ciencia verdadera, la ciencia investigativa, escéptica en el sentido primitivo y directo de ese término, no amina a una solución ya prevista sino a ensayar una hipótesis. (págs. 94-95) Miguel de Unamuno , Del sentimiento ...