democràcia i populisme.
Yo, personalmente, sostengo que la democracia, en el sentido específico de un régimen basado en la igualdad entre ciudadanos que son capaces de autogobernarse mediante su elección voluntaria y racional, terminó en los años treinta del siglo pasado y no se ha vuelto a dar. Naturalmente, esto no significa que se hayan visto menoscabadas las instituciones formales de la democracia: el parlamento, los partidos, las elecciones. Pero sí han sido totalmente vaciadas e invertidas respecto de su sentido originario. Así, la representación [rappresentanza] en el sentido de delegación se ha convertido en la representación [rappresentazione], en el sentido teatral, o más bien televisivo, de la expresión: la identidad entre gobernantes y gobernados se ha transformado en la identificación mimética con el líder de turno; y la voluntad del pueblo soberano se ha convertido en populismo.
Roberto Esposito, Una biopolítica afirmativa. Entrevista de Antonio Valdecantos, Minerva, nº12, 2009
Roberto Esposito, Una biopolítica afirmativa. Entrevista de Antonio Valdecantos, Minerva, nº12, 2009
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