El Partit Pirata contra el copyright.
La defensa de las libertades civiles y la reforma de los derechos de autor están estrechamente relacionadas, según advierte Engström, "ya que la única forma de intentar mantener el actual régimen de copyright es supervisar todo lo que hace todo el mundo en Internet. Un precio que no estamos dispuesto a pagar".
La ecuación es clara: "Cuando la legislación sobre copyright, tal como está hoy, entra en conflicto con nuestros derechos humanos fundamentales, los derechos tienen que prevalecer y la ley de copyright debe ser modificada", señala el eurodiputado a través del e-mail.
Precisamente la reforma del copyright es quizá ahora la cuestión más complicada. El objetivo del Partido Pirata es limitarlo a cinco años, según explicaba el eurodiputado Engström en una entrevista reciente. "Hoy, el plazo de protección del copyright dura toda la vida de un autor, más 70 años, lo cual es ridículo. Las normas actuales no tienen sentido porque en ningún negocio se puede trabajar con la idea de recuperar el dinero durante 100 años". Su objetivo es claro: "Que sea totalmente legal el intercambio de archivos que no tenga finalidad comercial".
La ecuación es clara: "Cuando la legislación sobre copyright, tal como está hoy, entra en conflicto con nuestros derechos humanos fundamentales, los derechos tienen que prevalecer y la ley de copyright debe ser modificada", señala el eurodiputado a través del e-mail.
Precisamente la reforma del copyright es quizá ahora la cuestión más complicada. El objetivo del Partido Pirata es limitarlo a cinco años, según explicaba el eurodiputado Engström en una entrevista reciente. "Hoy, el plazo de protección del copyright dura toda la vida de un autor, más 70 años, lo cual es ridículo. Las normas actuales no tienen sentido porque en ningún negocio se puede trabajar con la idea de recuperar el dinero durante 100 años". Su objetivo es claro: "Que sea totalmente legal el intercambio de archivos que no tenga finalidad comercial".
Abel Grau, Y por bandera, la ideología pirata, El País, 18/10/2009
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