El sobirà i la "nuda vida" (Agamben)


El lugar que ocupan el soberano y la nuda vida en la constitución del orden jurídico es el de dos excepciones opuestas: el soberano se puede entender como el que configura positivamente un orden jurídico, es decir, el “que distingue qué es político y qué no lo es“, pero que, paradójicamente, toma esta decisión fuera de todo orden jurídico (si no, no sería un poder soberano). Del mismo modo, la nuda vida constituye el fundamento negativo de tal decisión, es decir, es lo que se constituye como el afuera de “lo que es político” (y, consecuentemente, del orden jurídico constituido por el soberano), construyendo positivamente ese espacio político al mismo tiempo.

Aquí es donde entra la famosa figura del “Estado de excepción”, que “no es […] el caos que precede al orden, sino la situación que resulta de la suspensión de este” (Agamben [1998] 2013) ya que – recordemos – “No existe una sola norma que fuera aplicable al caos“, por lo que el estado de excepción es necesario para Schmitt (y así lo toma Agamben), “siempre que se rompe el acuerdo entre el orden jurídico y el orden comunitario más amplio” (Laclau 2008). Para entendernos, la posición del Estado de Excepción es de intermediación entre el caos del Estado de la Naturaleza (en su interpretación más hobbesiana) y el orden jurídico: es, entonces, el lugar donde se encuentra la decisión soberana que marca lo incluido y lo excluido en el orden jurídico (Agamben [1998] 2013). Esta posibilidad siempre existente de la aplicación del estado de excepción para conservar la ley genera un umbral donde se puede tratar a cualquier vida como una vida nuda (y, en consecuencia, sometida completamente al poder soberano) conectando las excepciones del poder soberano y la nuda vida. Así, Agamben no remarca solo la existencia necesaria de una vida que queda completamente sometida al poder, sino que también nos muestra que todo sistema político guarda en su seno la posibilidad de reclamar la nuda vida latente de cada ciudadano, es decir, que todos podemos llegar bajo la merced del poder del mismo modo que lo están estos refugiados o los migrantes ilegales, que nos parecen tan lejanos.

Jordi Mariné, Tiempos de biopolítica: diseccionando a Giorgio Agamben, la trivial 

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