248: José Antonio Marina: “No basta con la experiencia, hay que querer aprender”.










José Antonio Marina
En una situación de miedo hay un reflejo de acercamiento a los demás. Surge un sentimiento de compasión que anima a conductas de ayuda. Pero son sentimientos reactivos, que cambiarán cuando cambie la situación. Se habla mucho de solidaridad, pero conviene recordar el estudio de Helena Béjar El mal samaritano. Estudiaba las motivaciones que llevaban a la gente a participar en oenegés.

Béjar distinguía dos grupos: quienes lo hacían movidos por “buenos sentimientos”, que no solían ser muy constantes, y quienes lo hacían porque creían que era su obligación hacerlo. Estos, que eran los mas serios y perseverantes, solían proceder de grupos religiosos o de grupos de izquierda. La solidaridad sentimental es efímera. Como decía el perspicaz y cínico Oscar Wilde: “Un sentimental es alguien que simplemente desea disfrutar del lujo de una emoción sin tener que pagar por ello”. Vamos a tener una ocasión de demostrar si esa solidaridad se mantiene. Me preocupa mucho la situación económica que se nos viene encima, y no veo la inteligencia política y social necesaria para enfrentarla adecuadamente. 

Desde un punto de vista teórico me interesa el papel de los expertos en las decisiones políticas. He defendido la necesidad de políticas basadas en la evidencia, es decir, basadas en datos y no en ideologías. Todo el mundo se ha vuelto hacia la ciencia, como fuente de conocimiento. Y la ciencia creo que está respondiendo, al señalar las certezas, pero también las zonas de ignorancias. Me gustaría que esa confianza se demostrara también al tratar el cambio climático, y no está sucediendo. Ahora vamos a tener que enfrentarnos a problemas económicos muy serios, y espero que los economistas estén a la altura de las circunstancias. Su descrédito en el modo de tratar la crisis del 2008 fue notorio. Espero que ahora afinen mas.

Podemos sacar una mala lección, parecida a la que aprendimos de la crisis del 2008. Las cosas estuvieron muy mal, pero acabaron por arreglarse, de modo que todo puede seguir igual. Basta con mejorar algunas herramientas para cuando la próxima crisis se presente. No vale la pena esforzarse en que no suceda. Podemos, en cambio, sacar una buena lección. La simple experiencia no enseña nada. Hace falta un decidido y esforzado deseo de aprender, para aprender algo.

https://www.lavanguardia.com/cultura/culturas/20200516/481150859185/jose-antonio-marina-ariel-anagrama.html?fbclid=IwAR1vgjMKIKrOuMfd_nW2N9SWvNnN6V3-HbszhoWaObjeA1d7ylaEMXdirJ4

 

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