Biaixos cognitius i enquestes.



¿Por qué ignoramos las encuestas cuando “aciertan”? Hay por lo menos dos motivos, los dos biológicos. El primero es que las personas prestamos más atención a lo excepcional. Eso dice mucho sobre qué cosas nos dan miedo (los terroristas y los aviones más que los coches), qué nos hace reír (las paradojas) y qué nos hace felices (la variedad). El otro motivo es el sesgo pesimista: las emociones negativas nos influyen más que las positivas. Perder dinero o recibir una crítica nos afecta más que ganar dinero o recibir un elogio. Los científicos también han observado que cuando se nos pide que recordemos algo emotivo la mayoría mencionamos una desgracia. Por eso nos parece que las tostadas (y las encuestas) caen siempre del lado de la mantequilla; porque si caen del lado afortunado, seguimos con lo nuestro.

Kiko Llaneras, Feynman y las encuestas, El País 10/05/2017

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