L'Estat predictiu.





En Hegel y el cerebro conectado (Paidós, 2023), el filósofo Slavoj Žižek especula sobre cómo la conexión cerebral con ordenadores cambiaría nuestra comprensión del pensamiento, la libertad y la individualidad. Por ejemplo, las BCI podrían revolucionar la comunicación, al eliminar la barrera del lenguaje, y permitir la transmisión instantánea y precisa de pensamientos entre personas. De hablar a alguien pasaríamos a pensar con alguien. Tal nivel de transparencia erosionaría la distinción entre el “yo” y el “otro”. Al compartir completamente nuestras experiencias subjetivas, nos enfrentaríamos a una paradoja: por un lado, un aumento en la empatía y la comprensión mutua, y por otro, una posible pérdida de la singularidad personal que nos define como individuos.

Lo más inquietante, según Žižek, es la posibilidad de un estado de hipervigilancia donde la actividad cerebral se monitorea y registra constantemente. Argumenta que esto podría llevar a un Estado predelictivo, donde las autoridades actuarían antes de que se cometan crímenes, como en la película Minority Report. Žižek sugiere que “el objetivo último del registro digital de nuestras acciones es predecir y prevenir infracciones”. Lo cual impactaría dramáticamente en la libertad individual, comprometiendo nuestra capacidad para tomar decisiones autónomas. “No es que el ordenador que registra nuestra actividad sea omnipotente e infalible”, escribe, “sino que sus decisiones suelen ser, por término medio, mejores que las nuestras”.

Daniel Soufi, Cerebros conectados al ordenador: ¿será el fin de nuestra capacidad de decidir?, El País 20/12/2023

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