Les idees reaccionàries de l'esquerra (Susan Neiman)



Susan Neiman


Lo que mueve a lo woke son emociones muy de izquierdas: el deseo de estar junto a los oprimidos y los marginados, de corregir las injusticias de la historia. Son emociones que yo comparto, pero estas emociones van acompañadas de ideas filosóficas muy reaccionarias, de las cuales creo que los wokes no son conscientes. 

Por ejemplo, la idea de tribalismo. La derecha siempre ha asumido que uno solo puede conectar profundamente y sentir obligaciones respecto a personas de la misma tribu, mientras que la izquierda asumía que la tribu abarca todo el mundo y uno puede conectar con todo tipo de personas diferentes, y sentir obligaciones hacia ellas. Así que discusiones sobre temas como la llamada apropiación cultural, que viene de los wokes, es una idea muy tribalista, muy reaccionaria. 

Lo segundo es el principio según el cual no existe distinción verdadera entre justicia y poder: quienes sostienen que actúan en nombre de la justicia, en realidad disfrazan su verdadero interés, que es el poder para ellos y su tribu. Está claro que esto —personas que dicen actuar por el bien de la humanidad cuando en realidad están apoyando sus propios intereses— es algo que sin duda sucede, pero la idea de que lo que hace todo el mundo es una idea de derechas. Lo vemos en Carl Schmitt, el jurista nazi. O ahora en Trump. Es la idea de que no hay otro concepto de derecho que no sea el poder, y es una idea que también apoyó el pensador más citado en el mundo durante varias décadas, Michel Foucault, enmascarado como algo de izquierdas, aunque son ideas muy de derechas. 

Lo tercero es que, si eres de izquierdas, debes creer no en la necesidad del progreso, pero sí en su posibilidad. Y para ello debes reconocer los progresos que ha habido en el pasado. En este caso, de nuevo, gente como Foucault establecieron una historia según la cual cada intento de progreso era una forma más sutil y sofisticada de dominio. Ocurre ahora cuando se escucha decir que todavía vivimos en la América de Jim Crow [el sistema de segregación y persecución en el sur de EE UU tras la abolición de la esclavitud] o en que todos vivimos en un patriarcado. Y claro que vivimos con racismo y sexismo, es innegable, pero no es una locura decir que ha habido progresos a la hora de combatir ambas cosas. No reconocerlo sería no honrar los sacrificios de las personas que lograron esto.

Marc Bassets, entrevista a Susan Neiman: "Si Europa se pone en serio, puede ser una fuerza en favor de la democracia en el mundo", El País 27/04/2025

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