159: Fernando Savater, Enmienda



Predicadores de ambos sexos nos dicen cómo debemos limpiar nuestras costumbres, abandonar el consumismo, reconciliarnos con la naturaleza que tanto nos ama, renunciar a los caprichos del yo y entregarnos a los deberes del nosotros. Hablan en plural —“debemos cambiar, no podemos seguir...”—, pero es evidente que se refieren a los demás, porque ellos/ellas siempre estuvieron preparados para el santo advenimiento, listos para cuando la plaga les diese la razón. Entonan himnos a lo público, de cuya necesidad es difícil dudar con peste o sin ella, pero abominan de los empeños privados que precisamente ahora se están revelando como indispensables para la salvación social. Si son más tontos, nacen con asas. ¿Cómo seremos después de la pandemia, además de mucho más pobres? Ojalá hayamos aprendido a quejarnos menos y disfrutar más. O como ha dicho Marta Sánchez, pensadora más aguda que Agamben y Zizek: “Espero que no tengamos miedo a ser los de antes”.

Comentaris

Entrades populars d'aquest blog

Percepció i selecció natural 2.

Gonçal, un cafè sisplau

"¡¡¡Tilonorrinco!!! ¡¡¡Espiditrompa!!!"