Què faries amb la teva vida si es repetís infinitament?








Pese a que esta idea central en el pensamiento nietzscheano también ha despertado debate por sus diferentes interpretaciones, en esencia, se trata de la radical afirmación de la vida, una revolucionaria postura moral que responde a las preguntas: ¿Qué harías si tu vida se repitiera infinitamente? Si la vida se repitiera eternamente, ¿cómo querrías que fuera?

El eterno retorno de Nietzsche está en la misma línea del imperativo categórico kantiano. Trata de convertirse en la máxima del comportamiento humano, de su ética.

Si Kant nos preguntaba: ¿puede tu acto ser universalizable? ¿Tiene “categoría moral” para convertirse en ley universal?, Nietzsche nos sitúa ante un dilema similar:

Esta vida, tal como tú la vives y la has vivido tendrás que vivirla todavía otra vez y aun innumerables veces; y se te repetirá cada dolor, cada placer y cada pensamiento, cada suspiro y todo lo indeciblemente grande y pequeño de tu vida. Además, todo se repetirá en el mismo orden y sucesión… (…) El eterno reloj de arena de la existencia se le dará la vuelta siempre de nuevo (…) Frente a todo y en cada caso, la pregunta ¿quieres esto una vez e innumerables veces más?, ¡recaería sobre tu acto como la mayor gravedad!

Si “rechinas los dientes” ante este supuesto, si te da pavor, no solo va “algo mal en tu vida”, sino que la estás negando, no la quieres, quieres otra que no tienes porque tus actos no son radicales, puros y rotundos, no son “universalizables”, no haces, en suma, lo que debes, que diría Kant.

Si, al contrario, celebras la repetición de tu vida “en el mismo orden y sucesión”, no solo admitiendo, sino celebrando, cada dolor, cada placer, cada pensamiento y suspiro, cada grande y pequeño (instante), estarás afirmando tu vida, estarás celebrando la vida.

“Estás actuando de tal manera que la máxima de tu voluntad se pueda repetir infinito número de veces… sin que te cause ningún pesar”. En definitiva, estás haciendo lo que debes hacer y, por lo tanto, estás dejando atrás la negación, el nihilismo, para ser eterno… a través de la infinita suma de instantes.

En esta concepción metafísica del tiempo como un eterno retorno, el instante es el lugar en el que convergen futuro y pasado, soldándose, de tal forma que “el instante en su eternidad se vuelve hacia sí mismo, (…) abriendo la posibilidad de intervenir con ello el pasado interviniendo el futuro, pues a cada nuevo instante, se genera la posibilidad de crear una nueva eternidad que regresará hacia sí en ese mismo instante (….): el futuro no deja de influir en el pasado, lo determina en la misma medida en que es determinado por él”.

Nietzsche no invita estrictamente a un carpe diem, pero vuelve a poner el foco en el ahora tras siglos de vivir en el pasado… o en el futuro, abriendo la posibilidad de la infinitud del tiempo a través de la infinitud de instantes, pero recordando que el individuo no está a merced del tiempo, al contrario, lo domina, “crea la existencia como el artista crea su obra” porque el eterno retorno es un hecho ineludible, pero, a la vez, una tarea a realizar: vivir.

David Rubio, Nietzsche y la idea del eterno retorno ..., publico.es 09/04/2025

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