El futur que tenim darrera.
Por seguir con las alturas y con el lenguaje del cosmos, Feynman dejó escrito en otra de sus citas que la “vastedad de los cielos” estimulaba su imaginación. “Mi pequeño ojo puede captar la luz de un millón de años de antigüedad”. Y este pensamiento nos lleva a descifrar la lectura del Tiempo, pues, en occidente sucede de izquierda a derecha, igual que nuestra escritura. De esta manera, la ubicación espacial del pasado se encuentra atrás y esto es erróneo, tal y como nos cuenta la astrofísica Ersilia Vaudo en su libro Mirabilis (Blackie); un viaje por la curiosidad científica donde el Tiempo nos ofrece su percepción natural, la misma que de él tienen otras culturas como la de los aimaras en los Andes o los yupnos de Papúa Nueva Guinea.
Para dichas culturas el futuro está detrás de nosotros mientras que el pasado siempre aparece ante nuestros ojos. Algo “coherente” tal y como nos explica Vaudo, puesto que el Sol, las estrellas y las galaxias que vemos frente a nosotros “son en realidad proyecciones de un tiempo ya transcurrido”. Lo que sucede es que la magia de la luz y de su velocidad nos cambian el sentido espacial del Tiempo.
Montero Glez, ¿El futuro está por delante o por detrás de nuestra mirada?, El País 24/04/2025
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