Sorolls i biaixos.


El economista Daniel Kahneman escribió en 2016 –junto a otros autores– un artículo titulado «Ruido: Cómo superar el alto y oculto coste de la toma de decisiones incoherentes». En él se explicaba la diferencia entre «sesgo» y «ruido» haciendo una analogía con el resultado de lanzar dardos a cuatro dianas. La diana A no tiene ni sesgo ni ruido; la diana B tiene solo ruido; la diana C, solo sesgo; y la diana D tiene ambos. El diagrama siguiente se basa en esta idea.

Pero empecemos por el principio: ¿Qué se entiende por «sesgo» y qué por «ruido»? La IA es buena para establecer una gran cantidad de patrones y relaciones, así como para agilizar procesos y operaciones con datos masivos (big data). Sin embargo, los algoritmos no son neutros. Tampoco los datos que sirven para entrenarlos, porque tienen sesgos. No hay duda de que los algoritmos de IA presentan sesgos, pero los seguimos utilizando porque el beneficio o el acierto de los resultados es considerablemente superior (en más de un 90%) al perjuicio o al error. Los sesgos son parecidos a los prejuicios: todos los tenemos, en menor o mayor grado. Muchos los heredamos de nuestro entorno social o familiar sin darnos cuenta. El sesgo más grande es creer que no tenemos ningún prejuicio. Pero… atención: si los sesgos no se corrigen, corremos el riesgo de habitar un futuro en el que el progreso social sea cada vez más difícil a causa de la perpetuación de los prejuicios.

Por otro lado, el concepto «ruido» podría definirse como las diferentes decisiones que se pueden tomar respecto a una acción (individual o colectiva) en una situación personal o profesional. Cuando se pidió a los desarrolladores de software de una empresa que estimaran el tiempo que tardarían en desempeñar una tarea determinada, las horas contabilizadas variaron de media en más de un 70%. ¿Por qué, si la tarea es la misma para los mismos perfiles de profesionales de una misma empresa? A menudo se toman decisiones que se alejan de las que tomarían otros colegas, de las propias tomadas anteriormente o de las que uno mismo afirma seguir.

Llegados a este punto, es bueno saber que la IA tiene sesgos, pero no ruido. En cambio, a las personas nos influyen ambas variables.

Karma Peiró y Ricardo Baeza-Yates¿Pueden los algoritmos ser más justos que las personas?, lab.cccb.org 18/01/2022

https://lab.cccb.org/es/pueden-los-algoritmos-ser-mas-justos-que-las-personas/?fbclid=IwAR3X8UZQkoIt9nOzDBbUoz0WHITdTpmxVyj7jw9n3VV7L9wVke9kn6MXEC4


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