… la verdad sigue ahí, en esta
profundidad omnipresente que nos da miedo y condenamos a diario por su supuesta
violencia, su naturaleza dañina, para nuestra hipocondríaca salud. Lo más
importante y escandaloso es que no hayamos conseguido dejar atrás nada. La
verdad nos sigue como una sombra, por
eso es necesario asesinarla a diario. (26-27)
Todo lo que sea información,
interactividad y reemplazo constante, nos desarma, nos confunde en un fluir
general. Aparentemente nos protege, nos libra del aislamiento, pero así nos
quita también el absoluto existencial desde el cual podríamos ejercer una
fuerza. (33)
… las emociones no engañan, no
tienen nada que ocultar y además no son nuestras, surgen en nosotros (359)
… tenemos emociones porque nos
enseñan algo que a veces no conviene saber (35)
Nuestro mundo está obsesionado
con la consciencia, el cerebro y el control (36)
… el problema de las emociones es
que asaltan la fortaleza externa del
yo, desbordan su voluntad, su imagen, sus planes (37)
Emocionarse es la expresión
gestual de lo que queda de naturaleza en nosotros, bajo las cien capas de
maquillaje que hoy recubren el papel social que adoptamos. Por muy
sentimentales y sinceros que seamos, no es tan extraño que tengamos algunos
estados emocionales e intentamos controlarlos. (37)
En el fondo, lo que queremos
erradicar es todo lo que sean raíces, lo que nos recuerda una vida que no puede
cambiar en su trato con el dolor y la muerte. (45)
… sin duda las emociones son
peligrosas. Nos descubren. (49)
Las emociones son súbitas, nos
sorprenden a nosotros mismos. (51)
La emoción es una vivencia en
estado crudo que surge sin un ritual social que la encauces. Las emociones no
saben contar hasta diez. Digamos que, en principio, no guardan ninguna
distancia con su expresión, surgen del cuerpo, peor todavía, de la complicidad
interna del cuerpo con los entornos, y por eso pueden afectar de lleno. para
ser humanos, tarea hoy en desuso, habría que aprender a jugar con eso. (51)
Ignacio Castro Rey, Lluvia oblicua, Pre-textos, Valencia 2019
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