Metavers i política
El metaverso abre numerosos desafíos, desde la gobernanza a la seguridad, pasando por la privacidad o los sesgos de los algoritmos. Y hay que abordarlos antes de que, nuevamente, el interés general vaya muy por detrás de la capacidad de las compañías digitales a desarrollar productos y servicios sin regulación. Pero también nos ofrece algunas pistas sugerentes, con muchos ángulos controversiales, pero que se deben incorporar en la vida política democrática, si queremos que su anclaje con la cotidianeidad sea un elemento de vínculo y de servicio público. Apunto tres pistas.
La gamificación de la vida, mucho más que un juego. Jugar y competir irrumpe en la comunicación política y electoral, como sucede en Brasil con Kandidatos, un juego que apareció en 2020 y que está revolucionando el país, no por su calidad sino por su originalidad. Las campañas electorales y comunicativas del futuro se concebirán, también, como combates culturales y lúdicos y no solo estrictamente ideológicos o programáticos. La sintonía cultural, como la emocional, con los candidatos y candidatas es un gran espacio para la nueva comunicación y un potente elemento de proximidad y vinculación. El juego y la competición online han colonizado el consumo cultural, y ahora el político.
La identidad múltiple. Un tema resbaladizo y no exento de grandes cuestionamientos. Pero, en el metaverso, la identidad múltiple (roles, avatares, perfiles) permitirá explorar relaciones y experiencias que pueden permitirnos simular retos políticos que abran debates que no siempre podemos, o sabemos, afrontar en tiempo físico. Por ejemplo, como afirma Iñiguez de Onzoño, «la democracia directa, que nos permitiría evaluar si estas decisiones colectivas generarían los mejores resultados, si los usuarios tienen suficiente información, si los criterios para votar son justificables y si existen disfunciones indeseables similares a las del mundo real».
La experiencia inmersiva. La creatividad y la innovación en el metaverso se abre a experiencias multisensoriales que, junto con los avances del blockchain y la inteligencia artificial, nos permiten sentir y vivir universos paralelos, pero reales en nuestro conocimiento. La vida en el metaverso podría proporcionar una experiencia más profunda y envolvente que incluso los videojuegos o las películas. No estaríamos interactuando con pantallas, estaríamos en la pantalla. Estas vivencias nos pueden permitir tomas de conciencia políticas, geopolíticas y/o socioeconómicas que aumenten nuestro grado de compromiso, control o fiscalización de la realidad real. También, digámoslo todo, alienaciones que nos descontextualicen de la realidad hasta sublimarla y convertirla en un artificio sin responsabilidad ni vínculo con los demás.
Sea como fuere, el metaverso obliga a la política democrática a una reflexión que no puede ser pasiva, resignada o ignorante. Será un espacio en el que, probablemente, las y los electores pasarán parte importante de su tiempo (desde la educación a las relaciones personales, profesionales o económicas), por lo que no hay tiempo que perder. Ricardo Palomo Zurdo, Catedrático de Economía Financiera, afirma que “las salas de reuniones o las aulas virtuales en el ámbito educativo permitirán experiencias de trabajo y de aprendizaje equivalentes a los simuladores de vuelo de hace años.” Es hora de innovar, de adelantarse… ¿también en la política?
Al preguntar a Sonia Pacheco de la empresa Globant cómo explicaría qué es el metaverso, la responsable de la estrategia de comunicación y marketing para la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África), de una de las compañías más poderosas e influyentes de ingeniería de software y tecnologías de la información y la comunicación (TIC) de Latinoamérica, afirmaba: «Es un universo donde se mezcla lo físico con lo digital, una nueva dimensión en la que se te permite hacer esa fusión y donde está todo por crear y por construir, donde uno puede ser quien quiera y dar rienda suelta a su creatividad».
Antoni Gutiérez-Rubí, Cómo será la política en el metaverso, gutierrez-rubí.es 19/01/2022
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