Simone Weil: atenció i pensament.







Simone Weil dedicó toda su obra a pensar la atención como base material de la libertad humana. La atención, según Weil, es la capacidad de escuchar algo que se nos presenta y de responderle. Para ello, en primer lugar, hay que suspender los propios prejuicios, poner entre paréntesis el propio saber. De otro modo estaríamos aplicando simplemente al fenómeno en cuestión nuestras ideas previas. El primer trabajo de la atención es por tanto “negativo”: poner en duda, suspender nuestros automatismos, abrirnos a algo singular y desconocido.

En segundo lugar, lo que se nos presenta nos requiere una cierta respuesta: nos interpela, hay que elaborar algo al respecto, pensamiento y/o acción. En lugar de forzar la realidad, de encajarla en nuestros moldes previos, nos disponemos a escucharla y crear algo nuevo a partir de su contacto. Leer, por ejemplo, es un ejercicio de atención: meditar un texto y expresar las reflexiones que se nos ocurren. No hay pensamiento sin atención. Pensar es ir más allá de lo que sabemos, internarnos en territorio desconocido e inventar ahí un surco propio.

Pensar, según Weil, es una actividad siempre individual, singular, de cada uno. Delegar el pensamiento equivale a dimitir de lo más propio: somos pensados por otros, en lugar de pensar el mundo por nosotros mismos. Pero cada uno no es un átomo aislado, sino que puede reunirse con otros para deliberar y decidir sobre las cuestiones de la vida en sociedad. Es el contenido más alto de la política, cuando esta no es simple dominación. La posibilidad de elaborar y expresar un juicio público sobre los problemas de la vida en común. A través de una asamblea de personas singulares, de una configuración de “únicos”.


Amador Fernández-Savater, Nota sobre la supresión general de las redes sociales, ctxt 19/02/2022

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