Moralisme
Antes de seguir, ¿qué es el moralismo? El filósofo y lingüista Tzvetan Todorov formuló una definición en 1999: “Es la lección moral dictada a los otros y quien dicta la lección se siente orgulloso. Ser moralista no significa en absoluto ser moral (…). El individuo moral somete su propia vida a los criterios del bien y el mal, que van más allá de sus satisfacciones o placeres. El individuo moralista somete a tales criterios la vida de quienes le rodean; extrae su virtud únicamente de la denuncia de sus vicios”. Es decir, se regodea en los presuntos vicios, o defectos morales, de los demás.
Quizá haya algo innato en ello. En su libro Sobre el ciudadano, publicado en latín en 1642, Thomas Hobbes, padre de la filosofía moderna, decía lo siguiente: “Todo goce del alma, toda satisfacción proviene de que, al compararse uno mismo con los demás, pueda uno tener una opinión de sí como de alguien superior”.
Internet y las redes sociales constituyen un factor relevante para explicar el fenómeno. El psicólogo y escritor Edu Galán, autor de El síndrome Woody Allen y La máscara moral, compara el desarrollo de internet con la invención de la imprenta y considera que ambos avances tecnológicos tienen efectos disruptivos similares. “En las redes sociales se intenta llamar la atención”, dice, “y no existe mejor forma para ello que practicar la exhibición individualista y criticar moralmente al otro”.
Caben pocas dudas acerca del efecto de la cibernética en la proliferación de las actitudes neoinquisitoriales. Un estudio de varios profesores de la Universidad de Nueva York, basado en más de medio millón de mensajes en Twitter, demuestra que las afirmaciones de contenido emotivo o moral se difunden con mayor rapidez que las otras. Con respuestas favorables en su propio grupo social o ideológico y de rechazo en los otros grupos, lo que conduce a la viralización. Los algoritmos que rigen las redes fomentan, por supuesto, la visibilidad de ese tipo de mensajes: la bronca es la base del negocio.
Enric González, ¿Se ha vuelto la izquierda más sermonera que la derecha?, El País 26/03/2023
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