¡Gibraltar español!
Casi siempre que alguien apela al honor y a la dignidad patriótica es por una de estas dos razones: porque sabe que las relaciones de fuerza no le son favorables, o dicho de otro modo, que tiene pocas posibilidades de ganar el envite; o porque prepara alguna vileza de gran tamaño (por ejemplo, una guerra). Naturalmente, el caso de Gibraltar y el nacionalismo español entra de pleno en el primero de los tipos. Pero después de 300 años de presunta lucha sin éxito alguno, el griterío patriotero ya no confunde. Es la canción de la impotencia.
Josep Ramoneda,Trescientos años de inutilidad, El País, 23/07/2009
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