Què són les emocions? (Derek A. Denton)







Las emociones son los elementos subjetivos, o conscientes, de los instintos. Los instintos son sistemas neurales genéticamente determinados que sirven a patrones de conducta que se han seleccionado naturalmente a lo largo de docenas de millones de años por su altísimo valor de supervivencia.

Los dos componentes del instinto son la sensación, que puede ser imperiosa, y la intención de actuar, que puede ser irresistible. Es de la máxima importancia en la fisiología integrativa de un animal el que el componente de sensación de un instinto es completamente específico. Usando como ejemplo las emociones primordiales o básicas, es evidente que con el hambre el deseo es específicamente de comida, no de conjugación sexual o agua; y, de manera similar, el ahogo evoca el deso compulsivo de inhalar aire y no otras acciones básicas. Es decir, hay esta notable especificidad de intención u objetivo con cada emoción individual, y esto nos habla de la elaborada organización neuronal para la supervivencia que ha supuesto la evolución del instinto.

William James hizo notar la inexorable unión de instinto y emoción. Hay una jerarquía de emociones, y las más básicas o primordiales, como sed, avidez de aire, dolor y hambre, programan una reacción al hecho de que puede estar amenazada la existencia misma del individuo. Son la base de la pirámide. Las emociones evocadas por los receptores a distancia (ojos, oídos, olfato) están, de parecida manera, genéticamente determinadas, pueden ser disparadas por percepciones de nivel situacional (ira, celos, amor, odio) y son el piso intermedio de la pirámide. Hay una cumbre, la representación piramidal figurativa de las emociones en forma de, por ejemplo, el placer emocional estético de escuchar a Bach o Mozart.

Distintos en alguna medida de las emociones son los “sentimientos”. Mientras que una potente emoción primordial puede tener poder plenipotenciario sobre el flujo de la consciencia y controlar totalmente la conducta, los sentimientos son mucho más una elaboración cognitiva de lo que puede haber sido inicialmente un proceso emocional. El elemento cognitivo, entre otras cosas, puede estar basado en la experiencia de lo que ocurrió en una situación anterior. Una tal memoria puede ser elaborada de diversas maneras por procesos cognitivos como la intuición, el juicio de la probabilidad de ciertas conductas, y el experimentar placer o incomodidad ante esa perspectiva. En verdad, el distinguido neurocientífico Bernard Baars ha propuesto la palabra “contexto” para designar los múltiples influjos cognitivos, incluída la memoria, que pueden determinar la disposición mental de alguien confrontado con, por ejemplo, una situación ligera o moderadamente evocativa. No todos los elementos o recuerdos que constituyen la disposición mental son necesariamente conscientes en un momento concreto.

No hay duda de que las emociones mismas, como patrones de conducta preprogramados, han evolucionado a lo largo de millones de años a causa de su alto valor de supervivencia. Las intenciones que encarnan, aunque no son infalibles, han evolucionado por ser aptas en las circunstancias que las evocan.

Laith Al-Shawaf, entrevista a Derek A. Denton, El despertar de la conciencia, La nueva ilustración evolucionista 14/09/2009

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