La Il·lustració , segons Foucault.
En el primer curso en el Colegio de Francia dedicado a la "gobernabilidad", Seguridad, territorio, población, Foucault se interrogaba sobre el "poder pastoral" que surge en la Edad Media se trata de un arte de supervisar la conducta de los individuos en vistas, oficialmente, de su propia salvación, implementando con ese fin una "dirección de conciencia". La pastoral cristiana está en los cimientos del arte de gobernar propio de las sociedades occidentales: esta forma de gobernabilidad se basaba en gran medida en la noción de verdad, pues era legitimada al mismo tiempo por la verdad del dogma, por un conocimiento real de los individuos sometidos (que la práctica de la confesión hace posible) y por el dominio de las técnicas calculadas de ejercicio de poder.
Frente a esta manera de ejercer el poder se alza desde la Edad Media lo que Foucault llama "actitud crítica", que hace referencia a la resistencia moral y/o política multiforme que practican a un nivel u otro "el arte de no ser gobernados de esa manera". (M. Foucault, "¿Qué es la crítica?", en Sobre la ilustración, Tecnos, Madrid 2003, pàgs 3-52).
Esta actitud encuentra sus primeras manifestaciones en la heterodoxia religiosa que tomará en el siglo XVI el aspecto del cisma luterano, se expresará también en el plano jurídico en a reivindicación de un derecho natural opuesto a todo despotismo; y finalmente será designada por Kant en 1784 con el nombre de Aufklärung y corresponde a una "llamada al coraje" de los individuos para rechazar toda puesta bajo tutela política y para no someterse "en relación con el juego del poder y la verdad".
Sin embargo, el razonamiento de Kant desemboca en un "retroceso", pues el proyecto crítico del que es finamente la expresión no es sino una manifestación sobre la extensión y los límites del conocimiento humano. Ahora bien, esta actitud crítica en el campo del conocimiento se revela como lo opuesto al "arte de no ser gobernado demasiado": en efecto, produciría, según Foucault, una confianza en los poderes de la razón crítica que desembocaría en el siglo XIX en el positivismo científico y en la elaboración de políticas públicas racionales por los Estados modernos. En resumen, el proyecto de los famosos "efectos de despotismo" que Foucault atribuye a la razón ilustrada en otros textos de la misma época. (...)
Si Foucault elogia la Aufklärung es exclusivamente por su función crítica, y únicamente cuando esta se ejerce no contra la superstición religiosas ni contra el despotismo monárquico y menos aún contra la explotación económica, sino contra la razón misma. (...)
"¿Qué es la crítica?" desvincula dos proyectos ligados indisolublemente en el opúsculo kantiano: la resistencia al poder autoritario sobre los espíritus y el proceso racional dirigido hacia el conocimiento objetivo. La Aufklärung en su acepción foucaultiana conduce a la única cuestión a sus ojos verdaderamente radical: el vínculo consustancial entre saber y poder, es decir, el estudio de la "racionalización en sus efectos de opresión" y solamente en estos.
Stéphanie Roza, ¿La izquierda contra la ilustración?, "Anexo 3, Pamplona, Editorial Laetoli 2023
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