Pragmatisme i veritat.



Empecemos observando la verdad pragmática del siguiente modo: «lo verdadero es lo que tiene consecuencias positivas para mi vida»1, es decir, lo verdadero es lo que me resulta útil. Por lo tanto, «la verdad se homologa a la utilidad»2. La teoría pragmatista apunta «a proporcionar un criterio de coherencia –y, por lo tanto, una definición de la verdad– […] Ese criterio consiste en la utilidad o el éxito»3. Engel nos dice que normalmente el pragmatismo se ha asociado «con la ecuación lo verdadero es lo útil»4, y que se ha ridiculizado al presentarse «como una ideología –típicamente norteamericana– de comerciantes e ingenieros: lo verdadero es lo que paga, lo que tiene efectos»5. Desde esta perspectiva vulgar,«la tesis está expuesta a objeciones evidentes» (por ejemplo hay muchas cosas en las que es útil creer pero que son falsas, y viceversa). Con todo, nos podemos preguntar cuál es el criterio mismo de utilidad. Según el filósofo francés, tal criterio puede cambiar de un individuo a otro, de una comunidad a otra, «de manera que el pragmatismo tiene todo el aspecto de implicar un relativismo». En efecto, en cuanto a la verdad pragmática, Sztajnszrajber nos dice: «genera un fuerte relativismo epistemológico porque la verdad termina estando directamente alineada con lo que me sirve, con lo que me conviene o con lo que me resuelve»6.
Una versión, por decir así, menos vulgar del pragmatismo «se apoya en la idea, defendida por C.S. Peirce, según la cual hay un vínculo íntimo entre la creencia y la disposición para la acción. Creer que es verdadero es estar dispuesto a actuar de ciertas maneras o tener hábitos de acción»7. Pero yendo más allá, la verdadera teoría pragmatista queda muy lejos de la ecuación lo verdadero es lo útil. Una ecuación que apunte a la verdadera definición de la verdad pragmática es: «una creencia es verdadera si y sólo sí, en condiciones ideales, es producto del método apropiado de investigación, y si es coherente con la totalidad de los datos disponibles en esas condiciones ideales»8. Visto así, el pragmatismo no de se basa en una pura y dura utilidad, sino que viene determinado por una utilidad que ha sido puesta bajo el foco del conocimiento y la investigación. Por tanto se da una radical importancia al lazo entre verdad y justificación. Por lo demás, la teoría pragmática también es, al fin y al cabo, una teoría coherentista: «una creencia es verdadera si es coherente en el conjunto de otras creencias de las que podríamos disponer una vez que estuviésemos en posesión del método apropiado de investigación, el que permite creencias estables»9. En definitiva, la verdad pragmática queda estrechamente unida a la investigación científica, la cual aporta unas creencias científicas que son revisables según los datos suministrados por la experiencia. Este “sacar datos” de la experiencia al cabo nos hace ver que la verdad pragmática hace uso necesariamente de la verdad por correspondencia.
Onofre Castells, La verdad pragmática, relatos de onofre castells 26/01/2018

1Sztajnszrajber, Clase 4 del ciclo Filosofía a Martillazos | 8 problemas filosóficos en 8 encuentros | Facultad Libre de Rosario.
2Ibíd.
3Engel, 2008.
4Ibíd.
5Ibíd.
6Sztajnszrajber, loc.cit..
7Engel, loc.cit..
8Ibíd.
9Ibíd.

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