El tema del caso de excepción ha sido elaborado por pensadores antiliberales, de izquierda a derecha, de Schmitt a Benjamin, de Donoso a Agamben, de Sorel a Tronti. El «caso de excepción» ha sido alcanzado laboriosamente como la cima de una montaña, después de una agonizante escalada. Es un concepto extremo y desestructurante, ya que muestra que la esencia de todo orden reside en el poder de crear desorden. En otras palabras, que la soberanía es reguladora, en un espacio determinado, porque comienza con el «no-orden», porque tiene ante sí una materia, los ciudadanos, homogénea e indiferenciada, infinitamente plástica, que puede ordenarse y desordenarse en mil diferencias cambiantes, con múltiples clasificaciones, en infinitos diques e infinitas aperturas. Este atar y desatar, este «hacer orden en hacer desorden», y viceversa, es la obra de la decisión soberana.
Carlo Galli, Epidemia entre norma y excepción, Artillería Inmanente 25/05/2020
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