285: Graham Rook, La especie desarraigada




A pesar de nuestra necesidad de contacto con los microorganismos, la idea de que nosotros y nuestros hogares están demasiado limpios para hacernos bien ("La Hipótesis de la Higiene") generalmente se malinterpreta y se cita erróneamente porque los autores no lo piensan desde un punto de vista evolucionista.

 

La microbiota del hogar moderno no es la microbiota con la que evolucionamos, por lo que no necesitamos estar expuestos a ella. Evolucionamos en el entorno natural y vivíamos en refugios construidos a partir de materiales de ese entorno. Hasta hace muy poco incluso, nuestras casas eran construidas con madera natural y paja y revestidas con barro y estiércol animal. La casa moderna, construida con madera tratada con biocidas, placas de yeso y plástico, tiene una microbiota alógena que puede, si hay humedad, incluir organismos que nos resultan tóxicos, pues no estuvieron presentes en nuestra historia evolutiva. Todas las evidencias apuntan a que debemos limpiar nuestras casas modernas a conciencia. La microbiota que necesitaríamos encontrar, a fin de establecer la correcta regulación y aprendizaje del sistema inmune, es la del medio ambiente natural. La jardinería y los paseos en la naturaleza nos exponen a la microbiota para cuya anticipación evolucionó nuestra fisiología. Y las mascotas, especialmente los perros, son geniales porque nos traen la microbiota del medio ambiente natural al hogar y reducen notablemente la prevalencia de alergias infantiles.

 

Quizás el principal problema en este momento es la quiebra de los ecosistemas naturales con la agricultura (especialmente el monocultivo), la urbanización, los productos químicos agrícolas e industriales y el cambio climático provocado por el hombre. 

 

Todos estos factores están cambiando los microorganismos a los que estamos expuestos y por los cuales estamos siendo colonizados. No sabemos hasta qué punto estas exposiciones podrían estar desviándose de forma razonablemente segura de aquellas que tuvimos en nuestro pasado evolutivo, con las cuales nos encontramos en un estado de dependencia evolutiva.

 

Debo añadir algo sobre SARS-COV-2. La microbiota intestinal modula fuertemente la respuesta inmune a los virus en los pulmones. Esto es relevante ya que, como decíamos antes, la naturaleza de la microbiota y la forma en que está regulada y "cultivada" dependen de la exposición a los microorganismos del medio ambiente. 

 

Por tanto, debemos preguntarnos si la alta susceptibilidad al SARS-COV-2 de las minorías negras y otras minorías étnicas que viven en Europa o los EE.UU. ¿se deben en parte a las privaciones, a dietas deficientes y a malas viviendas que dan como resultado exposiciones insuficientes al medio natural y una regulación subóptima del sistema inmune? Estos efectos podrían verse exacerbados por el estrés, la falta de ejercicio y los niveles más bajos de vitamina D en las personas con piel pigmentada. Será importante comparar la susceptibilidad de tales poblaciones con las que vivan en los países africanos y asiáticos relevantes. 

 

Mientras tanto, la desestabilización de los ecosistemas provocada por el hombre mencionada arriba, junto con la cría intensiva y en masa de animales, aumenta la probabilidad de que nuevos patógenos entren en nuestro ambiente, evolucionen y se adapten a nosotros. 

http://ilevolucionista.blogspot.com/2020/05/la-especie-desarraigada-entrevista.html

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