Limitacions del biopoder (Byung-Chul Han).
Foucault |
Según Foucault, desde el siglo
XVII el poder ya no se manifiesta como la capacidad que el soberano tiene de
imponer la muerte, sino como biopoder. El poder del soberano es el de la
espada. Amenaza con la muerte. En cambio, el biopoder trabaja en la
«incitación, de reforzamiento, de control, de vigilancia, de aumento y
organización de las fuerzas que somete». Tiende a «producir fuerzas, a hacerlas
crecer y ordenarlas más que a obstaculizarlas, doblegarlas o destruirlas» (Historia de la sexualidad, La voluntad de
saber, México, Siglo XXI, 2005, p. 165). El poder de muerte del soberano
deja paso a una administración y un control cuidadosos. El biopoder es, en
esencia, de malla estrecha, más preciso que el poder de muerte, que en virtud
de su incivismo no representa ningún poder de control. Así, interviene en los
procesos y leyes biológicos, por los que la población es encauzada y
dirigida.
Pero el control biopolítico comprende solamente factores exteriores, como
la procreación, el porcentaje de mortalidad o el estado de la salud. No está en
condiciones de penetrar o intervenir en la psyche
de la población. También el Big Brother
en el panóptico de Bentham conserva
solamente la conducta externa de los habitantes silenciosos, sin lenguaje. Sus
pensamientos permanecen ocultos para él.
Hoy se realiza otro cambio de paradigma. (Psicopolítica, 48)
Byung-Chul Han, En el
enjambre, Herder, Barna 2014
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