Eixam digital vs massa (Byung-Chul Han).
Hoy nos encontramos en una nueva crisis, en una transición crítica, de la
cual parece ser responsable otra transformación radical: la revolución digital.
De nuevo, una formación de muchos asedia a las relaciones dadas de poder y de
dominio. La nueva masa es el enjambre digital. Este muestra propiedades que lo distinguen
radicalmente de las formaciones clásicas de los muchos, a saber, de la masa.
(En el enjambre, 11)
El enjambre digital no es ninguna masa porque no es inherente a ninguna alma, a ningún espíritu. El alma es congregadora y unificante. El enjambre digital
consta de individuos aislados. La masa está estructurada por completo de manera
distinta. Muestra propiedades que no pueden deducirse a partir del individuo.
En ella los individuos particulares se funden en una nueva unidad, en la que ya
no tienen ningún perfil propio. Una
concentración casual de hombres no forma ninguna masa. Por primera vez un alma
o un espíritu los fusiona en una masa cerrada, homogénea. Al enjambre digital
le falta un alma o un espíritu de la masa. Los individuos que se unen en un
enjambre digital no desarrollan ningún nosotros.
Este no se distingue por ninguna concordancia que consolide la multitud en una
masa que sea sujeto de acción. El enjambre
digital, por contraposición a la masa, no es coherente en sí. No se manifiesta
en una voz. Por eso es percibido como
ruido. (En el enjambre, 11-12)
Los individuos digitales se configuran a veces como colectivos, por
ejemplo, las multitudes inteligentes (smart
mobs). Pero sus modelos colectivos de
movimiento son muy fugaces e inestables, como en los rebaños constituidos
por los animales. Los caracteriza la volatilidad. Además, con frecuencia actúan
de manera carnavalesca, lúdica y no vinculante. En esto el enjambre digital se
distingue de la masa clásica, que como la masa de trabajadores, por ejemplo, no
es volátil, sino voluntaria, y no constituye masas fugaces, sino formaciones firmes. (En el enjambre, 12)
Con un alma, unida por una ideología, la masa marcha en una dirección. Por causa de la resolución y firmeza
voluntaria, es susceptible de un nosotros,
de la acción común, que es capaz de
atacar las relaciones existentes de dominación. Por primera vez, una masa
decidida a la acción común engendra poder. Masa es poder. (En el enjambre, 12)
Byung-Chul Han, En el
enjambre, Herder, Barna 2014
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