L'ordinador i les neurones.
Como argumenta el neurocientífico Mark Humphries, de la Universidad de Nottingham, el cerebro no es un ordenador. Es cada neurona la que es un ordenador. Y el córtex cerebral, esa capa fea y arrugada que encarna nuestra mente, tiene 17.000 millones de neuronas. Llevamos en la cabeza 17.000 millones de ordenadores. Si no fuera así, nuestra mente no funcionaría.
Tomemos una neurona piramidal, el tipo celular más abundante del córtex, descrito por Cajal hace más de un siglo. Cada una de estas neuronas puede llegar a tener 10.000 dendritas, las ramas de entrada de la información. Cada pequeño tramo de cada dendrita es en sí mismo una unidad de computación de la información entrante. Si dos puertos receptores vecinos se activan por dos estímulos externos simultáneos, ese tramo de dendrita genera un pulso eléctrico mucho mayor que la mera suma de la actividad de cada puerto. Esto es lo que hace una “neurona” artificial. La neurona natural, además, vuelve a computar las señales de todas sus dendritas, o tramos de dendritas, antes de decidir si manda un pulso eléctrico a la siguiente neurona en la red. Esto vuelve a ser lo mismo que hace una neurona artificial. De modo que cada neurona de nuestro córtex es en sí misma una “red neural” de dos capas, y por tanto constituye un ordenador completo. “Esto indica que el deep learning (aprendizaje profundo de las máquinas) y la inteligencia artificial no han hecho más que atisbar el poder de computación de un cerebro real”, dice Humphries.
Javier Sampedro, Lo que tienes en la cabeza, El País 18/10/2018
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