Acudits i llibertat d'expressió.
Se pueden contar chistes sobre cualquier cosa, a condición de que sean buenos. ¿Qué es un buen chiste sobre enanos y maricones? Uno del que se ríen incluso los enanos y maricones. Rectifico: también se puede contar un mal chiste sobre enanos y maricones; nada lo impide y nada debe impedirlo; pero entonces se corre el riesgo de que no se ría nadie y de que el que lo cuenta sufra el baldón mayor imaginable: el de no tener gracia y ser contemplado en la vergonzosa desnudez de sus prejuicios o de su impúdica vejez. En una sociedad en la que se respete realmente a los otros, los chistes de enanos y maricones los contarán los enanos y los maricones y nos reiremos todos, porque reírse sin discriminación, de lo profano y lo sagrado, de uno mismo y de Dios, es propio de los condenados a muerte que somos los humanos. Por el contrario, en una sociedad que no acaba de librarse de la homofobia y la crueldad, los malos chistes de enanos y maricones no pueden aspirar a la universalidad: es por eso que se cuentan en fratrías machirulas y camaretas cerradas y mohosas. No son chistes: son contraseñas de virilidad insegura, códigos de solidaridad privada entre machos clandestinos. Su propia falta de gracia los extinguirá sin remedio. Entre tanto, defendamos la libertad de expresión: porque defender la de los demás es defender la nuestra y porque a veces algunos la usan tan mal que la mejor manera de quitárnoslos de encima es precisamente dejarlos hablar).
Santiago Alba Rico, De chistes malos y viejos tiempos, publico.es 28/11/2023
Comentaris