La victòria del proletariat és inevitable (Marx).
Al esbozar las
fases más generales del desarrollo del proletariado, hemos seguido el curso de
la guerra civil más o menos oculta que se desarrolla en el seno de la sociedad
existente, hasta el momento en que se transforma en una revolución abierta, y
el proletariado, derrocando por la violencia a la burguesía, implanta su
dominación.
Todas las
sociedades anteriores, como hemos visto, han descansado en el antagonismo entre
clases opresoras y oprimidas. Pero para poder oprimir a una clase, es preciso
asegurarle unas condiciones que le permitan, por lo menos, arrastrar su
existencia de esclavitud. El siervo, en pleno régimen de servidumbre, llegó a
miembro de la comuna, lo mismo que el pequeño burgués llegó a elevarse a la
categoría de burgués bajo el yugo del absolutismo feudal. El obrero moderno,
por el contrario, lejos d elevarse con el progreso de la industria, desciende
cada vez más por debajo de las condiciones de vida de su propia clase. El
trabajador cae en la miseria, y el pauperismo crece más rápidamente todavía que
la población y la riqueza. Resulta, pues, evidente que la burguesía ya no es
capaz de seguir desempeñando el papel de clase dominante de la sociedad ni de
imponer a esta, como ley reguladora, las condiciones de existencia de su clase.
No es capaz de dominar, porque no es capaz de asegurar a su esclavo la
existencia, ni siquiera dentro del marco de la esclavitud, porque se ve
obligada a dejarlo decaer hasta el punto de tener que mantenerlo, en lugar de
ser mantenida por él. La sociedad ya no puede vivir bajo su dominación; lo que
equivale a decir que la existencia de la burguesía es, en lo sucesivo,
incompatible con la de la sociedad.
La condición
esencial de la existencia y de la dominación de la clase burguesa es la
acumulación de la riqueza en manos de particulares, la formación y el
acrecentamiento del capital. La condición de existencia del capital es el
trabajo asalariado. El trabajo asalariado descansa exclusivamente sobre la
competencia de los obreros entre sí. El progreso de la industria, del que la
burguesía, incapaz de oponérsele, es agente involuntario, sustituye el
aislamiento de los obreros, resultante de la competencia, por su unión
revolucionaria mediante la asociación. Así, el desarrollo de la gran industria
socava bajo los pies de la burguesía las bases sobre las que esta produce y se
apropia lo producido. La burguesía produce, ante todo, sus propios sepultureros.
Su hundimiento y la victoria del proletariado son igualmente inevitables.
1.
Burgueses y proletarios.
Karl
Marx i Friedrich Engels, El
Manifiesto Comunista (1848)
Karl
Marx. Antología. Selección e introducción de Horacio Tarcus, Editor digital
Titivillus, epubgratis.org, 11/07/2015
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