Venjança caòtica contra el nazisme liberal (Franco Berardi 'Bifo')










Mi corazón también latía por él, como el de muchos millones de personas que detestan la atrocidad neoliberal. Yo también esperaba que escapara a la detención antes de que un empleado de McDonald's, mucho más pobre que él, llamara a la policía y lo hiciera detener.
¿Pensaba yo que la eliminación de un sinvergüenza que se beneficia de la enfermedad y las desgracias de los desdichados habitantes del país más miserable del mundo era un episodio de lucha de clases?
No digamos tonterías.
La lucha de clases era cosa seria en los tiempos góticos de la modernidad: era la acción consciente de los explotados para liberarse de los explotadores. Palabras, éstas, incomprensibles en la época barroca de la hiperviolencia espectacular.
Mangione mezcla la Biblia, Pokemon, Amy Rand, Peter Thiel y Elon Musk. Sin embargo, creo que entendió algo esencial, al sugerir que los pacientes como él deberían decir a sus médicos que sus problemas de espalda les impedían trabajar.
«Vivimos en una sociedad capitalista y he descubierto que la industria médica responde con mucha más urgencia a estas palabras que cuando describes un dolor insoportable».
El triunfo de Trump está llamado a provocar una multiplicación asombrosa de la violencia social en el país más violento del planeta. Pero no busquemos coherencia en esta guerra de todos contra todos.
La prometida «mayor deportación de todos los tiempos» no será una acción administrativa cruelmente ordenada. Más bien será una profecía autocumplida: obligará a millones a esconderse, sembrará el engaño y el miedo.Muchos inmigrantes preferirán marcharse. Muchos decidirán tomarse la justicia por su mano, en uno u otro bando.
Como Thomas Crooks que disparó al hombre naranja, como Robert Crimo que tiroteó el desfile de la Fiesta Nacional el 4 de julio de 2022, miles de justicieros solitarios fabricarán sus propias armas con la impresora 3D.
Pero no lo llaméis lucha de clases, porque el odio al amo no es lucha de clases sin amistad, sin complicidad, sin proyecto colectivo de emancipación.
Llámalo más bien venganza caótica contra el destino que nos tocó en el siglo del nazismo liberal.

Franco Berardi (Bifo)

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