Dataisme i democràcia
Los dataístas imaginan una sociedad que puede prescindir por completo de la política. Si un sistema social, argumentarían, tiene suficiente estabilidad, es decir, si existe una amplia conformidad con el sistema en todos los niveles de la sociedad, no es necesaria la acción política en el sentido enfático, la la cual tendría que crear una nueva situación social. Cuando los conflictos de clase y de intereses disminuyen, los partidos pierden su importancia. Cada vez se parecen más. Los partidos y las ideologías, seguirán argumentado los dataístas, solo tienen sentido en una sociedad en la que prevalecen las desigualdades sistémicas, como una política distributiva demasiado injusta o diferencias de clase. Desde la perspectiva dataísta, la democracia de partidos dejará de existir en un futuro próximo. Dará paso a la infogracia como posdemocracia digital. Los políticos será entonces sustituidos por expertos e informáticos que administrarán la sociedad más allá de los principios ideológicos e independientemente de los intereses del poder. La política será sustituida por la gestión de sistemas en datos. Las decisiones relevantes se tomarán utilizando el big data y la inteligencia artificial. Seguirá habiendo discursos políticos, pero serán algo secundario. No más discurso y más comunicación, sino más datos y más algoritmos inteligentes, es lo que promete la optimización del sistema social, y hasta la felicidad de todos.
Byung-Chul Han, La digitalización y la crisis de la democracia, blogdejoaquinrabassa, mayo 2022
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