Automatismes humans i algoritmes.





Los humanos también respondemos a ciertos automatismos, incluso en nuestras facetas más originales y creativas. Ocurre con el lenguaje. Nosotros no nos damos cuenta, pero estamos obedeciendo reglas gramaticales y lingüísticas todo el tiempo, a una velocidad altísima, para poder comunicarnos. La gramática no es más que eso, un conjunto de reglas o un programa que obdecemos. Y esas gramáticas existen para todo: para el pensamiento, para las matemáticas, la física, para nuestro comportamiento social cotidiano... Obedecemos constantemente a reglas, porque si no, no podríamos vivir en sociedad. En realidad, la originalidad y la creatividad son elementos muy raros. La creación de una nueva instrucción o un nuevo programa, tanto en el arte como en la ciencia, es un momento inusual. En el siglo XIX, muchos pensaron que aquello era lo que nos distinguía como seres humanos.

La máquina aprovecha nuestros automatismos psíquicos y sociales y los capitaliza. La economía del Big data es eso. Respondemos a ciertos patrones de conducta que dependen de nuestra educación, nuestra edad, nuestro origen, nuestro sexo... Una máquina puede clasificar todos esos automatismos e identificarlos. Aprovechar esos datos para extraer estadísticas y predecir cómo se comporta la gente. Las empresas venden esos paquetes de datos porque son una manera de conocer la sociedad y su evolución casi con un escáner permanente. Para el marketing o la publicidad electoral, esto es perfecto. En función de nuestros likes, nuestros movimientos y búsquedas, se va definiendo nuestro grupo social, nuestra edad, nuestra cultura, etc. Somos como autómatas cuando sumamos todos esos parámetros.

En la mayor parte de los casos, nuestros comportamientos obedecen a elementos de orden biológico o de orden social. Son muy pocos esos momentos de gracia, de creación, donde el ser humano logra superar sus automatismos. En general estamos bastante más cerca de las máquinas que de los dioses, como dirían los griegos.

Esa capitalización de nuestros automatismos invirtió la relación entre el ocio y el trabajo. Para los griegos, la persona ociosa era el amo, era el ciudadano libre en oposición al esclavo que obedecía instrucciones. Y gracias al Big Data, el ocio se convirtió en un elemento de producción de riqueza porque capitaliza nuestros automatismos, o sea, nuestra obediencia a elementos sociales o psicológicos. En el momento en que creemos que somos libres, porque estamos dándole instrucciones a una máquina, también somos autómatas. Hay una inversión por la cual se aprovechan nuestras instrucciones y se convierten en capital. Hay una inversión entre amo y esclavo. Ocurre con un aria de 'Don Giovanni', de Mozart. Leporello, el criado, va tomando nota de todas los romances de Don Juan y crea un archivo que después recita en el aria del catálogo. Leporello, el criado, cataloga los comportamientos de su amo. A veces, internet nos conoce más de lo que nos conocen nuestros seres cercanos, incluso más de lo que nos conocemos a nosotros mismos.

Cómo los drones detectan un blanco. Además de los misiles que dispara, tienen dispositivos para intervenir comunicaciones y son capaces de saber dónde está su objetivo, con quién habla y qué dice. A través de ciertos patrones de comportamiento, el dron es capaz de predecir si esa persona es una amenaza, un terrorista de Al Qaeda o del Estado Islámico, por ejemplo. Construye el perfil de la persona hasta que finalmente se decide si esa persona merece ser el blanco de un misil. Por supuesto, por el momento esa decisión se toma la toma un ser humano. Pero, en realidad, la mayoría de las informaciones que determinan si la persona es un terrorista o no las proporciona el propio dron. O sea, que entre entre la decisión humana y la automatización directa hay un solo paso que no se dio por las protestas de varios científicos. Las campañas publicitarias nos apuntan no con misiles, sino con publicidad. Lo cual es mucho menos dañino, claro. Pero se podría decir que obedecen al mismo funcionamiento: crean perfiles y patrones de comportamiento.

Ana Ramírez, entrevista a Dardo Scavino: "Los humanos estamos más cerca de los autómatas que de los dioses", el confidencial.com 11/05/2022

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