Intel·ligència Artificial Estreta.
La gran mayoría de las inteligencias artificiales que usamos son muy buenas realizando una tarea en concreto. Algunas se han hecho famosas por batir al mejor de los humanos en juegos tan complejos como el ajedrez o el Go mientras que otras pasan más desapercibidas aunque estén presentes en nuestro día a día, como el algoritmo de Spotify que genera recomendaciones musicales automáticamente con gran precisión.
Esto se conoce como inteligencia artificial débil o estrecha y es extremadamente eficiente cuando tiene que procesar grandes volúmenes de información de una manera concreta. Pero esa misma IA capaz de ganar al campeón del mundo de Go no puede hacer otra cosa que no sea jugar a este juego. No puede jugar al tute, ni al parchís, ni decirle a un robot moverse dentro de un almacén para organizar cajas. Las máquinas no tienen en este momento la capacidad de ampliar su conocimiento a otras áreas como hacemos nosotros de manera natural.
Como dice el filósofo sueco Nick Bostrom, profesor de la Universidad de Oxford y autor del libro Superinteligencia: caminos, peligros, estrategias: "Al informático Donald Knuth le llamó la atención que "la IA haya conseguido a estas alturas hacer esencialmente todo lo que requiere ‘pensar’, pero haya fracasado a la hora de hacer la mayor parte de lo que las personas y los animales hacen "sin pensar": ¡eso, de alguna manera, es mucho más difícil!".
Omar Kardoudi, Nuevo avance hacia la inteligencia artificial superior a la humana, elconfidencial.com 13/05/2022
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