El poder segons Friedrich Hayek.
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El poder, señala Hayek, en
primer lugar, “no es un hecho físico, sino un estado de opinión que hace que
las gentes obedezcan” (Hayek, 1988,
p. 225).90 Considera que este no reside en los individuos, sino en las
organizaciones, especialmente en el Estado. En cambio, en los “órdenes
autogenerados”, que no son organizaciones, sino siempre “órdenes espontáneos”,
la participación es siempre voluntaria y no hay relaciones de poder.
Según Hayek, no existe tampoco
el llamado “poder económico”, puesto que en un mercado libre las empresas nunca
son centros de poder ni tampoco ejercen ninguna coerción sobre los consumidores
porque estos siempre pueden optar por no comprar sus productos o no trabajar
para ellas (1988).91 Incluso los monopolios de bienes o servicio son fenómenos
pasajeros, y no pueden intervenir de modo permanente en el mercado. Tampoco
existe un “móvil económico” que estaría en la la base de la búsqueda del “poder
económico”. “Los fines últimos de las actividades de los seres humanos no son
nunca económicos. Estrictamente hablando no hay ‘móvil económico’, sino tan
solo factores económicos que condicionan nuestros afanes por otros fines” (Hayek, 1976, pp. 122-123).
El poder se ejerce coercitivamente, según Hayek, como impedimento externo, es decir, como limitación de la
libertad. En modo alguno, puede ser comprendido como una forma de libertad,
como supone el concepto de libertad-poder de John Dewey, que Hayek
rechaza explícitamente. Señala que existen dos formas básicas de coerción. La
primera es la que ejerce legítimamente el Estado para garantizar el
cumplimiento de sus funciones propias, y es plenamente compatible con la
libertad individual. En un Estado de derecho, sostiene, el Gobierno es un
“poder legítimo” porque está sometido a las leyes y, por tanto, no es arbitrario
(Hayek, 1980, p. 26)
La segunda forma de coerción es ilegítima, pues se opone y restringe la
libertad individual. Según se expuso, la mayor amenaza a la libertad individual
son los “Gobiernos ilimitados”: el Estado socialista y el intervencionista.
También puede provenir de grupos organizados de la sociedad, especialmente de
grandes sindicatos, amparados por el Estado.
Jorge Vergara Estevez, Mercado y
sociedad. La utopía política de Friedrich Hayek, Corporación Universitaria
Minuto de Dios, Bogotá 2015, pp. 199-200
Bibliografia:
1988, Los fundamentos de la libertad, Unión Editorial
1976, Camino de servidumbre, Alianza
1990, La fatal arrogancia, Centro de Estudios Públicos
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