XARXA NEURAL PER DEFECTE (DMN, sigles en anglès)
¿Dónde
está y qué es, exactamente, la
red neural por defecto? La red se constituye con un conjunto de regiones
cerebrales: posterior, medial, medial anterior y parietal lateral. (…) Las
regiones específicas que constituyen la red neural por defecto se denominan:
corteza prefrontal medial, corteza cingulada anterior, precúneo, hipocampo y
corteza parietal lateral.
Es importante comprender que esas regiones
constituyen nodos en la muy extensa y esparcida red neural por defecto: esos
nodos son centros de actividad cerebral. Es como si la red neural por defecto
incluyera los aeropuertos de O’Hare, JFK, Heathrow y Frankfurt. Juntos, esos
nodos conforman el epicentro de la actividad cerebral.
El precúneo se sitúa en la parte posterior
del cerebro. Es una estructura cerebral que queda oculta, próxima a la línea de
división del cerebro en hemisferios; parte del precúneo se encuentra incluido
dentro del cerebro.
El estudio del precúneo ha presentado
dificultades debido a la ubicación de esta región y al hecho de que no es
frecuente que se produzcan lesiones que lo afecten de manera exclusiva. Por lo
tanto, no es posible estudiar a pacientes que hayan sufrido un accidente
cerebrovascular que haya afectado su precúneo para averiguar qué funciones se
han visto afectadas. Lo que sabemos es que interviene en el razonamiento
espacial y la conciencia. Resulta interesante que, además, el precúneo
participe en operaciones de procesamiento de uno mismo, como reflexionar y
mantener la perspectiva de primera persona. (…)
Durante la ejecución de tareas experimentales
o en la vida cotidiana, cuando centramos la atención, por ejemplo, en una
presentación de Power Point sobre cuestión de riesgo, el precúneo exhibe una
disminución de la actividad. (…)
Sin embargo, el precúneo es, también, una de
las regiones que exhibe la mayor tasa metabólica en reposo entre las regiones
del cerebro, lo cual significa que, en estado de reposo, el precúneo devora
glucosa como un colibrí enloquecido. Por lo tanto, si podemos desconectarnos de
nuestro “eficiente” entorno laboral, este centro de la red neural por defecto
se activará y empezará a cobrar velocidad. ¿En qué reside la importancia de
este hecho? El precúneo parece intervenir en la autorreflexión. Una de las
mejores maneras de conocerse es buscar un sitio silencioso o confortablemente
ruidoso, mirar estrellas, desconectarse un rato y ver hasta dónde nos lleva el
precúneo.
Como el precúneo, la corteza parietal también
está involucrada en la representación de nosotros mismos, que a veces se
denomina “metacognición”. La capacidad de pensar en nosotros y lograr algún
tipo de respuesta proviene, en parte, de nuestra corteza parietal lateral. La
vida no tendría sentido si se careciera de la conciencia de si. (…)El siguiente
componente de la red neural por defecto es el denominado corteza cingulada
anterior (…), envuelve el cuerpo calloso, que conecta los dos hemisferios, y
está conectado también con la corteza prefrontal. (…)
Cuando la corteza cingulada anterior descubre
conceptos remotamente asociados que podrían combinarse en una idea novedosa,
dirige nuestra atención a esa idea, impulsando de ese modo su activación para
que la idea pueda ingresar a la conciencia. Como parte de la red neural por
defecto, la corteza cingulada anterior funciona mejor cuando nos relajamos y
mantenemos una actitud positiva. En los periodos de ocio, parece estar pronta
para ayudarnos a encontrar soluciones ingeniosas e idear pensamientos
creativos. Cuando nos estresamos y nos preocupamos por cuestiones externas, la
actividad de la corteza cingulada anterior disminuye.
Si avanzamos en dirección al centro del
cerebro, encontramos el hipocampo. (…) El hipocampo es una estructura con forma
de caballo situada en la profundidad de la parte media del cerebro. Consta de
dos partes, que se encabalgan sobre los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro.
Tal como ocurre con todas las regiones cerebrales, el hipocampo parece tener
una función primaria –formación de recuerdos- pero sus subregiones desempeñan
tareas especializadas que van desde aprender a recorrer espacios desconocidos
hasta crear nuevos recuerdos autobiográficos.
Cuando se pierden porciones del hipocampo, es
posible que se pierda también la capacidad de crear nuevos recuerdos. (…) A
menudo, cuando desaparecen ciertas partes, los sujetos no pueden formar
recuerdos nuevos.
Así, por ejemplo, cuando se conoce por
primera vez a un paciente a quien se le han extraído partes del hipocampo, ese
individuo no nos recuerda la próxima vez que le vemos, ni la siguiente: no
puede recordar que ya nos conoce, sin importar cuántas veces lo veamos. Partes
del hipocampo que parecen intervenir en la creación y recuperación de recuerdos
autobiográficos también se activan en la red neural por defecto. Esta es la
razón por la que cuando dejamos vagar la mente, podemos empezar a pensar en
montar en bicicleta como cuando éramos niños, la última presentación que
ofrecimos en el trabajo o el desequilibrado mental que nos abordó en el metro
esa misma mañana.
Todos esos recuerdos deben pasar por el
hipocampo cuando se crean y se recrean al evocarlos. Es más, cuando
reflexionamos sobre nuestra vida pasada, la red neural por defecto parece usar
con gran solvencia esos recuerdos para generar proyecciones futuras y crear
imágenes de nosotros mismos en situaciones futuras. La capacidad de reflexionar
sobre nuestra situación actual, nuestro pasado y nuestro futuro se encuentran
íntimamente relacionadas. Las personas que pueden darse el lujo de destinar
tiempo a esa reflexión al entregarse al ocio tienden a ser más creativas y a
gozar de mejor salud mental en general.
Si avanzamos hacia la parte anterior de la
cabeza, llegamos a la corteza prefrontal. Desde el punto de vista evolutivo,
esta fue una de las últimas regiones en desarrollarse. (…) Una de las funciones
primordiales de la corteza prefrontal en la vida cognitiva del cerebro es poner
la información almacenada en este órgano a disposición para la manipulación y
la acción: cuando la información llega a la corteza prefrontal, es probable que
adquiramos conciencia de ella. (…)
Una vez que
un dato ha llegado a nuestra conciencia, podemos llevar a cabo procesos
con esa información, por ejemplo, pensar sobre ella, tomar una decisión o
simplemente dejar que pase de la conciencia al inconsciente, como en la
meditación. (…)
Como parte de la red neural por defecto, la
corteza prefrontal medial típicamente empieza a apagarse cuando actuamos como
personas eficientes: cuando (…) presentamos un informe, “tragamos” un almuerzo
mientras revisamos el correo electrónico (…), respondemos llamadas, organizamos
programas para nuestros hijos, y así ad
infinitum.
No obstante, en el momento en que nuestro
pensamiento empieza a replegarse, la corteza prefrontal medial se enciende e
inicia una conversación con sus socios en el ocio: el precúneo, la corteza
cingulada anterior y el córtex parietal lateral. (…)
En pocas palabras, cuando holgazanemos, se
establece una red amplia e inmensa en el cerebro que empieza a enviar y recibir
información entre las regiones que la constituyen. Las mariposas salen a jugar
cuando hay quietud y silencio: ante cualquier movimiento abrupto, se esfuman.
(pàgs. 65-72)
Andrew J. Smart, El arte y la ciencia de no hacer nada. El piloto
automático del cerebro, Clave Intelectual, segunda edición 2015
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