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El valor del temps.

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El tiempo es valioso. En nuestra singladura vital, seguramente llega un momento en que nos damos cuenta de que, hagamos lo que hagamos, a lo que debemos aspirar realmente es a crear buenos recuerdos de cómo hemos empleado nuestro tiempo. Aprovechar el tiempo sabiamente es una habilidad que a veces se aprende, aunque muy a menudo no. Por desgracia, en nuestra sociedad moderna, hedonista, materialista y movida por el mercado, son demasiado pocas las personas que disponen de control suficiente sobre su tiempo como para poder desarrollar o ejercer esa habilidad. Pero ¿cómo podemos cambiar esto? Pues mediante una nueva política del tiempo. Tres regímenes temporales han definido la historia humana a lo largo de los dos últimos milenios: el tiempo agrario, cuyo uso venía determinado por las estaciones y la meteorología; el tiempo industrial, cuando la influencia del reloj fue en aumento y la vida pasó a estar definida por bloques temporales, y el tiempo terciario, propio de las economías actu

El que urgeix és desaccelerar.

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Para el escritor y astrobiólogo, Lewis Dartnell somos como monos a los mandos de un helicóptero. Aun habiendo sido entrenados para hacerlo funcionar, tenemos hondas carencias en cuanto a las razones de su uso, el potencial de sus habilidades y una baja conciencia de que, mal manejado, puede convertirse en un inmenso ataúd de hierro. Como dijo Dartnell (en una  reciente entrevista con el periodista Daniel Arjona ): “desde una perspectiva biológica de la historia de la humanidad seguimos siendo una especie de la Edad de Piedra, tratando de adaptarnos al mundo que hemos creado. Y hay un desajuste evidente entre nuestra fisiología y, en particular, nuestra psicología, y el entorno moderno”. Frente a las tesis del astrobiólogo, existirán racionalistas liberales que achacarán el desbarajuste a manipulaciones sistémicas espurias, salivando por un desconcierto que sólo ellos, y la adoración liberal, puedan resolver. Pero predicar la razón no ha logrado, de momento, que la pongamos en práctica

Victòria o mort.

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En el primer texto que escribió tras su participación en la Guerra Civil, titulado “No empecemos otra vez la guerra de Troya”, Simone Weil se preguntaba lo siguiente: ¿aceptaría cualquiera de los dos bandos un armisticio (el texto es de abril de 1937)? La respuesta es no, que la idea horrorizaría a ambos, que los dos sueñan con la victoria total, que cualquier otra cosa menos que eso les resultaría insoportable, que prefieren su autodestrucción antes que reconocer la legitimidad del otro a existir. Ninguno acepta perder. Ninguno de los dos acepta perder algo (eso es un armisticio) para conservar la paz, la vida, la convivencia, un futuro compartido. Hay, por debajo de los intereses materiales, una embriaguez de la fuerza, dice Weil, una pasión de absoluto. Pulsión de muerte. La misma que amenaza hoy con incendiar Oriente medio. ¿Qué ha prometido B.N. a su pueblo? Nada menos que la “victoria total”. Una promesa que no tiene ninguna proporción, ninguna medida, es ilimitada. Conlleva la d

Violència externa, violència interna.

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... lo que se constata es que   los muros rompen las reglas de la democracia que los erige.   El actual régimen restrictivo de las democracias en materia migratoria tiene consecuencias en esa forma de vida que supuestamente quieren defender. Si   la Unión Europea limita los derechos en sus fronteras exteriores,   erosiona también los valores que dice defender; el hecho de   enviar a los migrantes a otros países   que no respetan los derechos humanos dice muy poco de los estándares que considera compatibles con la dignidad humana. ¿Quién nos asegura que lo que es considerado aceptable para otros no termine siendo considerado inevitable para nosotros? ¿Qué proyecto de sociedad tiene valor cuando se consigue fomentando o tolerando un ejercicio de violencia sin ley en la frontera? No es compatible la violencia en la frontera con la imagen idílica de una democracia liberal en el interior. “Nosotros” somos afectados por el trato que damos a “otros”. Wendy Brown lo formula de la siguiente man

Estat zombi de la religió.

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Soy simplemente un sociólogo de la religión, muy feliz de disponer de un indicador preciso para situar el paso de la religión de un estado zombi a un estado cero. En mis libros anteriores, introduje el concepto de estado zombi de la religión: la creencia ha desaparecido, pero las costumbres, los valores y la capacidad de acción colectiva heredados de la religión permanecen, a menudo traducidos a un lenguaje ideológico: nacional, socialista o comunista. Al comienzo del tercer milenio, sin embargo, la religión ha alcanzado un estado de cero (un nuevo concepto), que yo entiendo en términos de tres indicadores -siempre estoy buscando indicadores estadísticos para evaluar fenómenos que son tanto morales como sociales: soy admirador de Durkheim, el fundador de la sociología cuantitativa, incluso más que de Weber. En el estado zombi, la gente ya no va a misa, pero sigue bautizando a sus hijos; hoy en día, la desaparición del bautismo es evidente, se ha alcanzado la etapa cero. En el estado zo

Tres factors expliquen la derrota d'Occident (Emmanuel Todd).

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Mi valoración de la derrota de Occidente se basa en tres factores. En primer lugar, la deficiencia industrial de EEUU, con la revelación del carácter ficticio del PIB estadounidense. En mi libro, desinflo este PIB y muestro las causas profundas del declive industrial: la insuficiencia de la formación en ingeniería y, más en general, el descenso del nivel educativo, que comenzó en 1965 en EEUU. A un nivel más profundo, la desaparición del protestantismo estadounidense es el segundo factor de la caída de Occidente. Mi libro es básicamente una secuela de La ética protestante y el espíritu del capitalismo de Max Weber. En vísperas de la guerra de 1914, Weber creía con razón que el ascenso de Occidente era en el fondo el ascenso del mundo protestante: Inglaterra, EEUU, Alemania unificada por Prusia, Escandinavia. La buena suerte de Francia fue estar geográficamente cerca del pelotón de cabeza. El protestantismo había producido un alto nivel de educación, sin precedentes en la historia de la

Qui són les elits extractives?

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  ¿A qué llamamos élites extractivas? aquellas que se apartan de la obtención del bien común y dedican sus esfuerzos a su propio bienestar y al del grupo al que pertenecen. Las instituciones extractivas concentran el poder en manos de una élite reducida y fijan pocos límites al ejercicio de su influencia; elaboran un sistema de captura de rentas que les permite, sin crear riqueza, detraer rentas de la mayor parte de los ciudadanos, en beneficio propio. Se encuentran habitualmente en el mundo de las finanzas, la economía, la política, los medios de comunicación, etcétera. En cada país, en cada época, se renuevan esas élites extractivas. Joaquín Estefanía , ¿Quiénes desenmascaran las élites extractivas?, El País 20/10/2024

En contra de tota rendibilitat.

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El respeto por la dignidad humana solo se demuestra ante el rostro de un desconocido. Cuando quien implora ayuda, cobijo o protección es alguien próximo, es muy probable que sea la semejanza o la afinidad común la que motive nuestro afecto. Pero la dignidad universal, el inalienable valor inherente a toda vida humana, se expresa en   nuestro compromiso con un dolor que no nos pertenece.   Tal vez por eso, un texto antiguo del Mediterráneo oriental, al que debemos no poco, quiso hacer del extranjero —junto con el huérfano y la viuda— un sujeto preferente con el que ejercer la responsabilidad moral. El Gobierno de Italia, país llamado a ser uno de los pulmones culturales y espirituales de Europa, ensayó la semana pasada una infame   estrategia de deportación de migrantes a Albania,   donde se busca establecer un régimen semicarcelario y uniformado que sería insoportable en nuestro territorio. La medida es singularmente aviesa, por cuanto externaliza   la violación de derechos humanos ele

El domini del treball esclavitza.

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La historia, que según Hegel es una historia de libertad, no se completará mientras uno siga siendo un esclavo del trabajo. El dominio del trabajo esclaviza. La oposición entre amo y esclavo no puede superarse haciendo que 'todos' se conviertan en esclavos del trabajo. Solo será posible cuando el esclavo se transforme en un hombre 'libre'. La 'vita activa' sigue siendo una fórmula opresora siempre y cuando no integre en sí la 'vita contemplativa'. La 'vita activa', que elude todo momento contemplativo, se vacía a las prisas y la inquietud. Byung Chul Han , El aroma del tiempo . Un ensayo filosófico sobre el arte de demorarse,

Postcreixement vs Decreixement

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Aunque la deriva colapsista del ecologismo es comprensible, también puede tratarse de uno de sus mayores errores políticos. Existen pruebas sólidas de que los mensajes ecológicos apocalípticos, si no vienen acompañados de soluciones creíbles, pueden movilizar a minorías activistas pero desmovilizan al conjunto de la sociedad. A este problema se le añade otro más importante: la confusión estratégica. Lo que cabe esperar en el corto y medio plazo, si no reaccionamos, no es estrictamente un colapso. Un colapso, en sentido riguroso, es una quiebra rápida, destructiva e irreversible del orden social, tras la que el gobierno ni el mercado podrían hacerse cargo de las necesidades de la población; en otras palabras, un escenario de Estado fallido. Pero la trayectoria general más probable, si hacemos las cosas mal, será sumergirnos en un proceso gradual de apartheid ecológico, en el que tanto los recursos naturales como la seguridad climática serán acaparados por minorías privilegiadas, a costa

La IA no busca la veritat.

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Las inteligencias artificiales no están entrenadas para pensar ni , por tanto, conocer sus propios límites de conocimiento. Son generadoras de respuestas estadísticas que no buscan la verdad sino la plausibilidad, la verosimilitud. Carissa Véliz https://www.publico.es/ciencias/carissa-veliz-filosofa-oxford-ia-disenada-inventar-contenidos-verosimiles-no-buscar.html?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=web&fbclid=IwY2xjawGCGDJleHRuA2FlbQIxMQABHcYEMV4qpgOUdr4C7l1e_BtqGNv33_5RlkL46WpGptZjZjFK0fkZN0_4mg_aem_e-KbbeqKSCgNj5eoGtARhw

Estats Units, una autèntica democràcia?

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Estados Unidos es la única democracia presidencial en el mundo en la que el presidente no es elegido directamente por los votantes, sino por un Colegio Electoral. Eso posibilita que el presidente pueda ser elegido sin una mayoría de votos: George W. Bush y Donald Trump llegaron a la Casa Blanca con menos votos de los que obtuvieron sus rivales,   Al Gore   y   Hillary Clinton , en   las elecciones de 2000   y   2016 . Esa situación puede repetirse el próximo 5 de noviembre. La Constitución otorga a cada uno de los 50 Estados un número de electores en el Colegio Electoral equivalente a la suma de su representación en el Congreso (dos senadores por Estado y un número de miembros de la Cámara de Representantes en función de la población, entre 1 y 52). Con las excepciones de Maine y Nebraska, el candidato que vence en un Estado se lleva todos sus votos electorales, sin importar que gane por un voto o por tres millones. Para salir elegido presidente hay que lograr 270 de los 538 votos elec

Cura i economia.

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Lo imprescindible no cuenta. El relato dominante deja fuera a quien decide cuidar lo interior. La palabra “economía” proviene del griego   oikos , “casa”; en su origen remoto, describía la administración del hogar. La gran paradoja es que, a lo largo del tiempo, la economía se ha mostrado displicente con el espacio hogareño. Nadie duda del beneficio de actividades como criar a los niños, limpiar, lavar la ropa o cuidar enfermos. Sin embargo, salvo que contratemos a alguien para ocuparse de ellas,   no computan en la contabilidad productiva,   no son relevantes ni crean riqueza o derechos. Incluso la profesión   carece de reconocimiento   y se paga mal. Arrinconamos esa esfera íntima que, más que una esfera, vendría a ser la cuadratura del círculo. Poco valoradas, excluidas de los grandes indicadores, las tareas domésticas y los cuidados subsisten en el subsuelo social. Parece que no respondiesen a una lógica económica, sino solo amorosa. La economía, nacida en el hogar, no quiere decir

Europa, una màquina de producció d'estats d'excepció?

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Auschwitz podría no ser únicamente el acontecimiento único que dejó mudos a los poetas   —Theodor Adorno afirmó la imposibilidad de escribir poesía   tras la profunda herida de lo allí sucedido—, podría no representar solo la excepción política que marcó un antes y un después en la historia de la humanidad, como se ha venido interpretando con fuerza desde que sucedió. Tal vez hubo un Auschwitz antes de Auschwitz y lo hay también después de él. La idea de la existencia de un Auschwitz antes de Auschwitz viene sustentada, ya lo sabemos, por las tesis del pensamiento decolonial, de las cuales viene hablándose recientemente en abundancia, y según las cuales   muchos procesos coloniales utilizaron técnicas de deshumanización   con rasgos muy parejos a los de Auschwitz. Pero, ¿y si Auschwitz, el paradigma, el ejemplo perfecto del campo de concentración, viniese repitiéndose a lo largo de nuestras democracias, adoptando disfraces que nos hacen no reparar demasiado en ello? ¿Y si los estados d