Spinoza contra l'esquema teleològic.
La teleología también es una ficción. No hay finalidades para la Naturaleza ni finalidades en la Naturaleza. La Naturaleza misma no existe por el bien de ninguna otra cosa, y nada es dirigido por la Naturaleza hacia ningún fin. Lo que sea que es, solamente es; lo que sea que ocurra, solamente ocurre (y debía ocurrir). Ni el universo mismo ni ninguna cosa en el universo fueron creados para alcanzar un objetivo.
Lo que es cierto para la teleología también es cierto para los valores morales y estéticos. Nada es bueno o malo o bello o feo en sí mismo. “Por lo que atañe a lo bueno y a lo malo, tampoco indican nada positivo en las cosas, por lo menos consideradas en sí mismas, y no son sino modos de pensar o nociones que formamos porque comparamos las cosas unas con otras.”
Dios no creó el mundo porque era bueno; ni es bueno el mundo porque Dios lo creó. De nuevo: cualquier cosa que es, solamente es y debía ser como es, punto.
Tal es el universo que Spinoza describe y establece por medio del “método geométrico” –una serie de definiciones, axiomas, proposiciones demostradas, corolarios y escolios– en las partes metafísicas de la Ética. A primera vista parece un panorama más bien sombrío, uno que atañería a la forma más radical del nihilismo.
Steven Nadler, Una nueva manera de vivir, Letras Libres 01/09/2022
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