"¿Educación cívica?"
En muchos aspectos he coincidido con las razones que a lo largo de estos últimos años Fernando Savater ha aducido a favor de una asignatura como Educación para la Ciudadanía. Sobre todo aquella que considera que la educación cívica dependa en exclusiva de la familia. En un artículo publicado en El País hace unos tres años, defendía que existen unos “principios de respeto mutuo y de pluralismo en que se funda la ciudadanía, y hay que asegurar que sean bien comprendidos por quienes mañana tendrán que ejercerlos” (¿Ciudadanos o feligreses?, 4/07/2007).
Sin embargo, después de leer el último artículo de Savater (Los velos en danza, 27/04/2010) me parece que difícilmente se pueden asegurar el conocimiento de estos principios a quienes se les niega el acceso a las aulas en nombre de un reglamento que regula las indumentarias de los alumnos. El hecho de que sobredimensione el papel de la normativa de un instituto en concreto como un elemento educativo imprescindible para conseguir la convivencia plena en una sociedad laica, queda en entredicho cuando el instituto alternativo que debía acoger a la alumna Najwa de forma repentina cambia su reglamento interno.
Desconozco las normativas del funcionamiento de los centros públicos de enseñanza de la Comunidad de Madrid, pero desde la distancia, desde Catalunya, uno que lleva un cierto tiempo dentro de la profesión y conoce el lento, pero necesario a veces, proceso que requiere cualquier modificación de reglamentos internos: periodos de reflexión de todos los agentes implicados de la comunidad educativa (docentes, padres y madres, alumnos y alumnas), reuniones, claustros y consejos escolares, me parece que este cambio realizado roza, por no decir que vulnera, la legalidad y solamente se entiende como una forma premeditadamente rastrera de impedir el acceso de Najwa al centro. Lo cual supone que no solo su legalidad es cuestionable, sino fundamentalmente su moralidad. No parece que algunos centros públicos (y esto es lo más indignante) estén por la labor de favorecer la convivencia entre diferentes que es la esencia de la educación cívica.
Al cuestionar el principio de que “ante todo debe prevalecer el derecho a la educación”, Savater respalda una política “educativa” que priva el conocimiento de los principios básicos de una sociedad pluralista justamente a quienes más lo necesitan. Además, fomenta precisamente lo contrario que criticaba hace unos pocos años: que la educación cívica se atrinchere en el ámbito de la familia.
Manel Villar
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Ciudadanos/feligreses/elpepiopi/20070704elpepiopi_5/Tes?print=1Manel Villar
http://www.elpais.com/articulo/cultura/velos/danza/elpepicul/20100427elpepicul_6/Tes?print=1
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