El temps del progrés.
Struggle for life: la vida es algo a conquistar. Nunca hay suficiente, nunca se tiene suficiente, nunca se hace suficiente. El tiempo del progreso es, necesariamente, un tiempo de insatisfacción.
Si la vida se bastase a sí misma, si hubiese suficiente, si estuviésemos satisfechos, no habría trabajo, guerra, ni progreso. Lo que empuja el progreso, el viento de la guerra, la necesidad del trabajo, es la insatisfacción. Nuestra infelicidad.
Estar satisfecho es estar en paz, dice Heidegger, tener suficiente. No paz o satisfacción como ausencia de movimiento, sino como un movimiento desde el reposo. Las cosas reposan en sí mismas cuando no tienen en otra parte su centro de gravedad. Entonces se mueven, como en el arte o la poesía, la erótica y la estética, sin afán de dominación. Sin progreso.
El progreso -científico, económico, tecnológico- está motorizado por la guerra. La guerra está animada por la insatisfacción, por la inquietud de algo que falta, que no tengo, que no llego a alcanzar nunca. La paz entonces, la que implica abundancia y suficiencia, es la verdadera subversión.
Amador Fernández-Savater, facebook 12/09/2023
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