La igualtat en Isaiah Berlin.





Para Berlin, la libertad tenía que ser la estrella que guiara cualquier política, porque solo la libertad respetaba la realidad de nuestras almas divididas y el irremediable conflicto entre nuestros objetivos y valores. En su jerarquía de principios, la igualdad ocupa el segundo lugar después de la libertad. Sin la igualdad de oportunidades en la vida creada por los bienes públicos compartidos –viviendas decentes, buenas escuelas, transporte asequible, universidades accesibles a cualquiera con capacidad– la libertad seguiría siendo el privilegio de los ricos y afortunados. Así que la libertad frente a –la arbitrariedad, la injusticia y el poder monopolístico– tenía que avanzar de la mano de la libertad para –elegir a sus gobernantes y crear un mundo compartido en común–. En las batallas que nunca vivió para ver, esto significaría, estoy seguro, arrebatar el estandarte de la libertad a aquellos que han separado la libertad de y la libertad para, incluidos los conservadores de derechas que intentan imponernos una concepción corrupta de la libertad, que permite la eliminación de todos los obstáculos, todas las regulaciones, todas las trabas, a la acumulación ilimitada por parte de unos pocos.

Michael Ignatieff, Isaiah Berlin y la promesa de la libertad, Letras Libres 01/09/2023

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