El coneixement post-humà.




Según Braidotti, el “hombre” como sinónimo de especie debe ser superado porque la cuarta revolución tecnológica y la crisis ambiental así lo exigen. En lugar de los binomios cuerpo y mente, hombre y mujer, natural y artificial, considerados ruinas del pasado, hemos de entender nuestra condición híbrida como el destino inevitable que ha impuesto el mundo global. Hablar de especie, los sapiens, no define ni ha definido lo humano pero, se indica en el libro citado, la pregunta se ha complicado: ¿quién y qué cuenta como humano hoy en día? Aunque de manera irónica y juguetona Braidotti aclara que ella no es un robot, el horizonte cyborg ya es el nuestro, como lo demuestran los teléfonos inteligentes.

La condición posthumana viene dada por la crítica a la noción del hombre como medida de todas las cosas y superior jerárquico respecto a otras especies. La pregunta de si se es o no un robot desbordó el marco de la ciencia ficción y llegó para quedarse. Convive con la interrogante clave de las nuevas generaciones, la sobrevivencia al cambio climático y la capacidad para consumir en el marco de un capitalismo que ha excedido su sostenibilidad. Quiénes somos de cara a los que nos toca, quiénes somos “nosotros”. El posthumanismo, sigue Braidotti en El conocimiento posthumano, implica pensar la respuesta a esta interrogante desde el afecto y la audacia intelectual, con una postura ética. Cito: “es importante que seamos dignos de nuestros tiempos para poder actuar mejor sobre ellos, de manera tanto crítica como creativa. De lo que se desprende que deberíamos acercarnos a nuestras contradicciones históricas no como a una carga molesta, sino más bien como a las piezas fundamentales de un presente sostenible y de un futuro afirmativo y esperanzador, aunque este enfoque demande algunos cambios drásticos en relación a nuestras mentalidades corrientes y el conjunto de nuestros valores establecidos.”

Gisela Kazak Rovero, Humanismo y posthumanismo, Letras Libres 16/11/2022

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