"Hi ha una carrera per 'hacquejar' la ment humana" (Yuval Noah Harari)
... estamos inmersos en una carrera por 'hackear' a la humanidad en general y a ti en particular. Y debes hacer el esfuerzo de estar un paso por delante de tus competidores: de las grandes corporaciones, de los gobiernos.
¿Hasta qué punto podemos modificar el cuerpo y la mente con ingeniería genética, o con cirugía, o con una interfaz cerebro-computadora? Pero las preguntas de fondo son las de siempre: ¿qué significa ser una persona?, ¿qué cualidades humanas son valiosas?
Si dejas que una compañía o un ejército decida cómo rediseñar al ser humano, lo más probable es que potencien las cualidades que a ellos les vienen bien, como la productividad o la disciplina, y desprecien otras, como la sensibilidad y la compasión. Y el resultado será que tendremos gente muy inteligente y disciplinada, pero superficial y espiritualmente pobre. Y esto no va a mejorar al ser humano, sino a degradarlo.
Estamos viendo como surgen nuevas maneras de organizar el mundo a través de la tecnología de vigilancia. Los chinos están probando herramientas para algo que podría convertirse en el peor sistema que ha existido jamás en la historia. Y, además, puede ser exportado a todo el mundo, como un pack. Incluso países que no tienen la tecnología para crear un sistema de vigilancia pueden comprarla a China. Así que el peligro es global.
Cuando pensamos en las posibilidades actuales de la ingeniería genética, deberíamos recordar que hemos estado criando vacas y cerdos durante miles de años. Los hemos domesticado buscando las cualidades que nos interesaban: que den más leche, que sean más obedientes... Y el resultado es que los animales domésticos no son una mejora de sus ancestros salvajes, sino un pálido reflejo de lo que eran. Y lo mismo puede sucederles a los humanos.
Antes casi toda la información que se reunía sobre ti estaba fuera de tu piel: qué compras, dónde vas, lo que ves... Ahora hay herramientas que pueden recopilar lo que sucede en tu corazón y en tu cerebro. Y no hablo de tecnologías invasivas, como implantes. Una pulsera que mide tu ritmo cardíaco o cámaras que observan tu cara son muy buenas ya para inferir tu estado emocional. Y, en manos de un estado totalitario, pueden ser muy peligrosas.
Los gobiernos siempre han querido manipularnos, pero no podían porque no solo necesitan información, sino capacidad para analizarla. Si un país tiene cien millones de habitantes, hacían falta cien millones de espías para seguir sus pasos. Y, aunque los tuvieran y alguien anotase todo lo que digo, se producirían cien millones de informes diarios. Nadie podría leerlos. Pero ahora es posible seguir a todas las personas durante las 24 horas. Tenemos al espía en la mano: el móvil... Y, por primera vez en la historia, se puede analizar esa información con inteligencia artificial. Ni tu madre te conoce mejor que el algoritmo.
Las diez compañías más importantes son americanas o chinas. Y esto es malo porque, de nuevo, la mayor parte de la riqueza y el poder se concentra en muy pocos lugares. Una Europa unida debería intentar convertirse en un contrapeso. No hay ningún país europeo que por sí solo pueda competir con Google, Baidu, Tencent, Facebook...
Carlos Manuel Sánchez, entrevista a Yuval Noah Harari: "Las grandes corporaciones quieren 'hackear' a la humanidad", abc.es 14/11/2021
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