La força dels febles (Amador Fernández-Savater)





La fuerza de los fuertes nos hace objetos y aislados, la de los débiles es convertirnos en sujetos interconectados.

El débil es fuerte si pelea desde su terreno, en sus territorios de vida, los que habita. Clausewitz habla de los terrenos físicos: los valles, las montañas, los desiertos, los lagos, los débiles son amigos de los territorios y estos les ayudan. Los movimientos sociales tienen sus montañas y sus valles: plazas, barrios, centros de salud, escuelas, solidaridad vecinal, etc. Son territorios de vida, la fuerza de los débiles pasa por el arraigo en territorios de vida.

La "guerra ofensiva" no solo es un paradigma militar, sino político, social, económico, cultural, existencial. Es la idea de conquista, que pasa por dominar al otro, por rendir su cuerpo y su voluntad para apoderarte de su territorio, de sus riquezas. Y eso pasa por ejercer fuerza sobre el mundo, a través de las armas, del miedo. El sujeto (dominador) se separa de un objeto a dominar a través de la fuerza bruta.

Los débiles tienen fuerza si piensan de otro modo. En lugar de distanciarte del mundo para dominarlo, funciona hacerte su amigo: ser amigo de la población, del tiempo, del espacio, de las formas de vida. No dominar a la gente, sino ser la gente. No dominar el terreno, sino ser el terreno. No dominar el tiempo, sino ser ese tiempo. Cuantos más vínculos —con los cuerpos, los territorios, la materia— más fuerza. Es otra experiencia de la vida y del mundo.

Hay dos fuerzas, la de los fuertes y la de los débiles. Los débiles se equivocan si usan la fuerza de los fuertes, si usan por ejemplo el terror contra el terror y entran en la guerra en espejo e introducen lo que quieren combatir.

Hegel añade algo a Clausewitz: la guerra no es solo una prueba de fuerza, dice, sino también de traducción. La guerra no es solo un choque de fuerzas, sino una guerra semiótica por asimilar al otro. Eso significa traducir: entrar dentro del otro, escucharlo atentamente con el fin de poder absorberlo y borrarlo. Vencer es convencer, que el otro acabe pensando como tú.

Olga Rodríguez, entrevista a Amador Fernández-Savater: "Los débiles se equivocan si usan la fuerza y los métodos de los fuertes, el diario.es 05/11/2021

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