Per un populisme d'esquerres (Owen Jones).
A menos que la izquierda eche raíces en las comunidades de clase trabajadora —desde los diversos barrios de Londres a las antiguas ciudades fabriles del norte—, a menos que utilice un lenguaje que cale en aquellos a los que una vez vio como sus votantes naturales y a menos que deje de ignorar los valores y prioridades de la clase trabajadora, la izquierda no tiene futuro político. En Reino Unido, Theresa May ha entendido hacia donde va la historia, y de ahí su intento torpe y partidista de enfrentar a una élite progresista supuestamente no patriota contra una clase trabajadora para quien el patriotismo es una prioridad.
En su influyente libro, Don't think of an elephant! (¡No pienses en un elefante!), el lingüista político estadounidense George Lakoff señaló que los votantes se sienten más motivados con la “identidad moral y los valores” que con cualquier otra cosa, incluso si eso supone votar en contra de los intereses económicos de uno mismo. Los progresistas, por el contrario, creyeron que gritar los datos convencería de algún modo a la gente.
Pero los humanos son seres emocionales. Queremos historias conmovedoras. El tono de Clinton era el de alguien intentando convertirse en director ejecutivo de un banco. Era la candidata presidencial con más experiencia de la historia del país, pero eso apenas importó. Fue derrotada por Obama, entonces un joven senador, y ahora ha sido superada de nuevo por un político inexperto.
¿Qué será lo siguiente para la izquierda? No puede ceder en la lucha contra el racismo, la misoginia y la homofobia, pero debe planear urgentemente cómo hacerlo de una forma que conecte con los marginados. La clase trabajadora cada vez es más diversa y la izquierda debe tener un mensaje que cale con todos los votantes. No puede permitir que la derecha populista retrate a la izquierda como una ideología que odia los valores de la clase trabajadora.
Necesitamos proyectar una visión conmovedora. Porque ahora sabemos que decir los datos y limitarse a esperar lo mejor no mitigará a la derecha ni construirá una alianza progresista. Existe un hilo común, pero los centristas y radicales no han logrado encontrarlo. Debemos redoblar nuestros esfuerzos. Desde Estados Unidos, vemos la tragedia que ocurre con el vacío.
Owen Jones, La izquierda necesita urgentemente su propio populismo, el diario.es 11/11/2016
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