Teoria de la ment.
lòbul temporal |
Estos neurocientíficos han determinado las pautas de interacción del
TPJ con el resto del cerebro, y luego han buscado —sin prejuicios
preconcebidos— si alguna zona del cerebro del macaco muestra una pauta
de interacciones similar. La estrategia es similar a una de las más
eficaces que se usan en las redes sociales: cuando no sabes nada de
alguien, mira a ver quiénes son sus amigos.
Lóbulo temporal
También en este caso el truco ha funcionado. Mars y sus colegas han
descubierto así unas áreas en el lóbulo temporal del macaco que, pese a
no estar en el mismo sitio que el TPJ, sí tienen un patrón de conexiones
con el resto del cerebro (del macaco) que es chocantemente parecido al
que exhibe el TPJ con el resto del cerebro humano. Curiosamente, esas
áreas temporales del macaco están implicadas en el reconocimiento de
caras, y también en procesar otros tipos de información social, o
relevante socialmente.
Los científicos creen por ello que han identificado la versión previa
del TPJ en nuestros ancestros primates: el origen de nuestra teoría de
la mente. El trabajo se publica en PNAS, la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
“Para una especie social como la nuestra”, dicen Mars y sus colegas,
“el éxito evolutivo depende de la capacidad de navegar por un mundo
lleno de congéneres”. Eso explica, según los científicos, que los seres
humanos seamos muy sensibles a cualquier información sobre las emociones
de las demás personas, también sobre sus intenciones, y la expresión
facial es sin duda uno de los datos más importantes sobre este asunto.
Javier Sampedro, Antes de que piense el otro, El País, 11/06/2013
Comentaris